Amazon Inc. lanzó el lunes un aparato llamado Fire TV Stick, el cual sirve para transmitir contenidos de Internet al televisor en un claro desafío al Chromecast, artefacto de Google que hace lo mismo y vale $35. El Fire TV Stick costará $39.
Como el Chromecast, el Fire TV Stick se conecta al televisor en uno de sus puertos HDMI y, en presencia de una red de Internet inalámbrica, dará acceso al servicio de video de Amazon, así como a otras opciones en línea como Netflix, Hulu Plus, WatchESPN y NBA.
Amazon afirma que el Fire TV Stick “tiene un poder de procesamiento 50% mayor y el doble de memoria que el Chromecast”. Añade que tiene seis veces el poder de cualquier otro aparato similar, como el Roku Streaming Stick, lo cual acelera la transmisión del video.
El aparato, que incluye un control remoto, posee 1 gigabyte (GB) de memoria RAM y 8 GB de espacio para almacenamiento.
El artefacto ofrece reproducir lo que el usuario ve en sus dispositivos iOS y Android para aplicaciones como YouTube y Spotify, igual que Chromecast.
El anuncio del dispositivo llega en momentos en que la sonrisa en el logotipo de Amazon se apaga.
Un mal trimestre. La semana anterior, la compañía reportó una pérdida trimestral superior a la esperada por los analistas financieros y ofreció un decepcionante pronóstico para la temporada navideña.
Los inversionistas de la empresa están cada vez más molestos por la estrategia de Amazon de invertir fuertemente en nuevos productos y servicios para estimular el crecimiento de los ingresos, al tiempo que un trimestre tras otro, reporta pérdidas o pocas ganancias en su negocio principal: venta de artículos que no sean los suyos.
El director financiero de la compañía, Thomas Szkutak, reconoció a la prensa que Amazon tiene que ser “selectiva” a la hora de acometer nuevos proyectos. Por años, la estrategia de la empresa ha sido gastar el dinero que gana para crecer y expandirse en nuevas áreas.
A mitad del año, lanzó su teléfono Fire y ha estado ofreciendo dos servicios de video en línea y dispositivos para libros electrónicos, entre otros.
El caso es que todas esas iniciativas cuestan dinero y tiempo, y algunas fallaron. El lanzamiento del teléfono Fire fue seguido de reseñas en las cuales se le calificaba de mediocre. Amazon le aplicó un fuerte recorte al precio para atraer compradores, pero tampoco funcionó.
La firma confirmó, en su documento sobre resultados trimestrales, que su teléfono resultó una aventura costosa, pues debió asumir un monto de $170 millones, relacionado con “costos de evaluación de inventario y de compromisos de suministro” por el teléfono.
Lo que sí dice textualmente es que, al cierre del trimestre, finalizado el 30 de setiembre, tenía sin vender el equivalente a $83 millones en existencias del teléfono.