El Monumento Nacional Guayabo es el único museo arqueológico de sitio ( in situ ) de Costa Rica que resguarda los vestigios de una aldea precolombina.
Si bien este parque protege entre 20 y 25 hectáreas de patrimonio arqueológico, los investigadores estiman que todavía queda mucho por excavar e investigar sobre el complejo.
“Lo que sí podemos concluir es que esta fue una ciudadela altamente poblada, que fue construida con criterios de planificación urbana y sus diseñadores supieron dar soluciones eficaces para las necesidades colectivas”, explicó el arqueólogo Gerardo Alarcón, de la Universidad de Costa Rica, quien trabaja en varios proyectos de investigación en el lugar.
Respecto al proyecto de restauración recientemente concluido y financiado por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), Alarcón opinó que es fundamental invertir recursos para garantizar la conservación e integridad de las estructuras. Las obras fueron ejecutadas por la empresa Nuevo Espacio Desarrolladores Vascos, entre abril del 2013 y marzo del 2014.
Además de recuperar un tramo de la calzada Caragra y reconstruir dos montículos y dos calzadas elevadas (muros), se excavaron cerca de 60.000 fragmentos de piedra y cerámica.
Una de las principales intervenciones fue la colocación de un drenaje subterráneo que permite evacuar las aguas de lluvia, para evitar que se acumulen y vuelvan a desestabilizar el terreno.
“No se pudo determinar con la excavación si existía un sistema de canalización de aguas; por eso se aprovechó una zanja que se había hecho cuando en este sitio funcionaba una finca lechera, muchos años antes de que fuera declarado monumento nacional”, dijo la arqueóloga Luz Marina Castillo.
El supervisor del proyecto por parte del Sinac, Marco Solano, reconoció que será necesario rediseñar la red de senderos del parque para poder apreciar mejor las obras.