Washington
El astronauta de la Estación Espacial Internacional (ISS), Jeff Williams, entró por primera vez este lunes al módulo inflable BEAM, desplegado a finales de mayo para probar un hábitat con miras a viajes más lejanos en el espacio.
El Módulo de Actividad Expandible Bigelow (BEAM) está en "perfecto estado", informó el astronauta, según un comunicado de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA).
Este módulo es parte de experimentos de la NASA para probar durante dos años hábitats inflables más ligeros y menos voluminosos, que podrían ser utilizados en Marte o la Luna.
Williams abrió la puerta del módulo este lunes, para tomar una muestra de aire, comenzar a recolectar los datos de los sensores y verificar los conductos de aire.
Williams agregó que hacía frío pero que no había condensación.
Los astronautas que se encuentran actualmente en la ISS volverán al módulo antes del miércoles para probar los sensores y el material, precisó la NASA.
LEA: Estación espacial infla habitáculo experimental
La puerta del módulo, que había sido acoplada a la estación en abril, será cerrada tras cada visita.
Durante esos dos años de prueba, los astronautas revelarán los datos y las mediciones de los sensores, en tanto evaluarán regularmente su estado.
Esas pruebas permitirán sobre todo determinar si el módulo puede ofrecer protección frente a las radiaciones solares y cósmicas, así como contra los micrometeoritos, otra basura especial y las temperaturas extremas.
"Los primeros pasos en BEAM van a llevar más allá las fronteras de los hábitats en el espacio", afirmó la ISS en Twitter antes de esta primera visita.
La NASA logró el 28 de mayo inflar y presurizar su módulo, tras el fracaso de una primera tentativa algunos días antes.
Una vez inflado, Williams abrió ocho depósitos de aire dentro del módulo, llevando la presurización a un nivel cercano al de la ISS.
Con una masa de 1,4 toneladas, el BEAM mide unos cuatro metros de ancho por 3,23 metros de largo cuando está completamente inflado con aire respirable. Su volumen se multiplica así por 4,5, lo que produce un espacio de 16 metros cúbicos, el equivalente de un pequeño cuarto.
La empresa Bigelow Aerospace construyó ese módulo tras firmar un contrato de $17,8 millones con la NASA.