Catalina Sánchez Vargas era la niña que pasaba viendo al cielo para tratar de entender qué sucedía con el Sol, la Luna, las estrellas y los otros planetas. La niña y adolescente que hacía preguntas constantes (y cada vez más complejas) sobre el espacio y el universo a sus maestros y profesores en la escuela y el colegio. La que quería ser astronauta.
La niña creció y hoy tiene 22 años. Se graduó en Ingeniería Informática y cursa una maestría en Astrofísica. Y este sábado 30 de marzo tuvo su primera experiencia en gravedad cero. Por 20 minutos experimentó lo mismo que los astronautas viven cuando están en el espacio.
“No es una experiencia simulada, es realmente gravedad cero. Se hace por medio de un avión que hace movimientos en parábolas y estos movimientos hacen que se genere ambientes de gravedad cero”, dijo Sánchez, en una conversación telefónica con La Nación desde Houston, Texas, sitio donde se llevó a cabo la experiencia.
Ella describió la experiencia como “increíble” y recalcó que, aunque varias veces se imaginó estar flotando o volando, la sensación real no era justo lo que tenía en mente, ya que es de esas actividades que hay que llevar a cabo para entenderlas y sentirlas en su plenitud.
La gravedad cero se mantuvo durante 20 minutos. Se realizaron diferentes parábolas, con una duración de 35 segundos cada una. También se experimentó la gravedad lunar.
“Ya estás acostumbrada a la gravedad de la Tierra. Es como si estuvieras en el agua flotando, pero estás en el aire. No sentís tu peso. Lo más impresionante es sentir que estás flotando. No importa si hay viento, no importa si uno es gordo o flaco, es una sensación indescriptible. Yo solo pensaba en no golpearme y en disfrutar el proceso”, manifestó.
Este contacto con las condiciones que viven los astronautas fue posible gracias a un patrocinio de la empresa MoviStar. Ella subrayó que este viaje es importante en su sueño de convertirse en astronauta y vivir esa sensación en el espacio.
Astronauta análoga
Antes de experimentar la gravedad cero, en febrero pasado, la joven se formó como astronauta análoga. Los astronautas análogos no viajan al espacio, pero están en condiciones muy similares a las que se tienen fuera de la atmósfera terrestre. Los astronautas análogos en formación van a sitios diseñados especialmente para recrear las condiciones de la Luna o de Marte. Ella hizo su formación en High Seas, en Hawaii, Estados Unidos.
“Se simulan condiciones muy complicadas de vida, es un hábitat en ambiente extremo. Este donde estuve fue en un volcán donde tuvimos comida y agua muy limitada, teníamos energía gracias a paneles solares. Se entrena con los mismos horarios estrictos de alimentación y ejercicio de astronauta”, manifestó.
En su formación, los astronautas análogos deben llevar un proyecto de investigación. En su caso, era una aplicación para las actividades extravehiculares en las misiones espaciales, como las caminatas.
Acercarse al sueño
La joven, oriunda de Paraíso de Cartago, describió que su sueño comenzó a hacerse más patente a partir de 2017, cuando fue del programa Mujeres en Tecnología (MenTe) de la organización Ideas en Acción.
“Fue la llavecita que necesitaba para comenzar a abrir puertas”, manifestó, ya que esta experiencia fue el paso para comenzar a trabajar en Intel y luego en otras compañías de tecnología.
Luego se formó en ingeniería informática. Este es un camino poco usual para llegar a una maestría en Astrofísica, la ruta convencional es sacar la carrera básica en Física o Matemáticas, pero ella decidió otro rumbo.
“La ingeniería también es esencial para la ciencia. Por eso tomé esa decisión”, destacó.
Inspirar a las niñas
Catalina no dudará en tomar las oportunidades que la acerquen a su sueño, pero también quiere compartirlo con más mujeres con sueños similares. Por ello, fundó la organización Latin Women in Space (mujeres latinas en el espacio), que tiene objetivo crear esas capacidades en las jóvenes que estén interesadas.
En Costa Rica la Ingeniería Aeroespacial no existe como carrera. Su objetivo es que, a través de cursos cortos o webinars, crear conocimientos básicos en las mujeres para que busquen mayor información. Dio como ejemplo un taller que dio sobre geología espacial, y contó que esto motivó a algunas muchachas a considerar la Geología como carrera universitaria.
“Me veo siguiendo trabajando muy de la mano con mis colegas en la industria aeroespacial, pero llevando oportunidades en el país”, concluyó.