Cuando las mujeres representan entre el 45% y 55% de los investigadores en un país, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) considera que se logró la paridad de género.
Costa Rica, donde el 44% de las personas que se dedican a la ciencia y tecnología pertenecen a la población femenina, se encamina hacia esta meta, aunque todavía existen pendientes.
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En América Latina y el Caribe, los países cuya representación femenina en ámbitos científicos cumple con el parámetro de Unesco son Bolivia (63%), Trinidad y Tobago (55%), Argentina (53%), Paraguay (52%), Uruguay (49%), Panamá (48%), Cuba (48%) y Guatemala (45%).
Los dos naciones que están en el límite son Costa Rica (44%) y Nicaragua (43%), mientras que la equidad de género aún representa un reto en Colombia (38%), El Salvador (38%), Ecuador (37%), Santa Lucía (33%), Bermuda (33%), México (32%), Chile (32%) y Honduras (27%).
Estos datos provienen del reporte Mujeres en ciencia, elaborado por el Instituto de Estadística de Unesco. Del resto de países, Unesco no posee información.
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"Las ciencias, las ingenierías y las matemáticas son hermosas y abren un sinfín de oportunidades. No existe ninguna diferencia en hombres y mujeres que indique que solo las puedan estudiar un género. Este puede ser un espacio inclusivo que produzca una base sólida para el desarrollo de proyectos personales, familiares y profesionales, pero sobre todo, para mejorar la calidad de vida de personas, comunidades y el país entero.
"Por ello, muchas instituciones y organizaciones trabajamos para que más mujeres y niñas puedan vencer las barreras del ideario social que nos impone una división del trabajo basada en el sexo y que no toma en cuenta el talento, las habilidades y las capacidades de las mismas", destacó Carolina Vásquez, viceministra de Ciencia y Tecnología.
Avance
Según la plataforma tecnológica Hipatia, desarrollada por el programa Estado de la Nación, la incursión de la mujer en ciencia y tecnología en Costa Rica ha logrado un avance que se refleja en el crecimiento promedio de graduaciones.
De 93.301 nuevos profesionales en ciencia y tecnología, el 48% son mujeres. Las graduaciones femeninas han logrado una tasa de crecimiento anual del 11,8%, mientras que dicho parámetro en graduaciones masculinas es del 7,9%.
El año 2011 resultó ser un punto de inflexión en cuanto a que más mujeres se graduaron de carreras universitarias de ciencia y tecnología en contraposición a los varones. La razón de ello es que más féminas se graduaron en Ciencias Médicas, principalmente en la carrera de Enfermería.
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"El tema va más allá de una simple suma de más mujeres a las carreras de ciencias básicas e ingenierías, sino incorporarlas a la ciencia y la tecnología de forma integral, partiendo de sus necesidades particulares hasta la invención de tecnología que pueda mejorar la calidad de vida de la población en general, pero en especial de la población femenina, en el marco del respeto de Derechos Humanos que Costa Rica ha firmado y ratificado", destacó Vásquez.
Aunque se avanza en el tema de paridad, aún hay retos y uno de ellos radica en convencer a las niñas para que seleccionen carreras científicas y tecnológicas.
Reto en educación
El tema de la paridad de género en ciencia pasa necesariamente por el acceso general a la educación.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en el mundo existen 73 millones de niñas que no van a la escuela y 583 millones son analfabetas.
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En Costa Rica, solo el 2,4% de la población mayor de 15 años no sabe leer ni escribir. En el 2012, y según el IV Informe del Estado de la Educación, el acceso a la enseñanza primaria fue 100% en primer ciclo y 94,4% en el segundo.
Sin embargo, el reto que tiene el país está en la educación secundaria. En el 2011, solo el 46,3% de los jóvenes entre 17 y 21 años había completado el colegio y sin el título de bachillerato, esas personas no pueden optar por una carrera universitaria.
Tras superar ese primer desafío de acceso y permanencia en el sistema educativo, el siguiente paso es que esas niñas y jóvenes seleccionen una carrera científica cuando ingresen a la universidad.
"Existen numerosos obstáculos asociados a estas trayectorias educativas, desde los estereotipos que afrontan las niñas, hasta las responsabilidades familiares y los prejuicios que enfrentan las mujeres en el momento de elegir su campo de estudio", detalló Unesco con su informe.
Si bien, en Costa Rica, cada vez más mujeres estudian una carrera científica y tecnológica, aún persiste una brecha de género en las carreras con mayor demanda laboral.
La participación femenina está dada, mayoritariamente, en humanidades, ciencias sociales y ciencias médicas. El porcentaje es menor, cerca del 30%, en ciencias naturales, ingeniería y tecnología, según datos de Unesco.
Según la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), las áreas con mayor demanda de empleo son las ingenierías y según Hipatia, las mujeres apenas representan el 26% de los profesionales en Informática, 32% en ingeniería industrial, 11% en ingeniería eléctrica y electrónica así como el 7% en ingeniería mecánica.
"Los impedimentos para que más mujeres se formen en ciencia y tecnología privan a la sociedad costarricense de talento profesional que ya de por sí es escaso, lo cual va en detrimento de conformar una sociedad más inclusiva y sostenible, de tener mayor excelencia científico-tecnológica, pero también pone en riego posibilidades mejorar la competitividad", señala el XXI Informe Estado de la Nación.
"El potencial que no se haya alcanzado de contar con más mujeres entrenadas y con altas credenciales en áreas científico-tecnológicas pero que no se gradúan en estas áreas debido a barreras, representa una importante pérdida de oportunidad no solo para las mujeres mismas sino también para la sociedad como un todo", destacaron los investigadores del Estado de la Nación.
Los datos de Hipatia también reflejan que la brecha de género también está en el grado académico. Los hombres muestran un perfil académico más alto que las mujeres y los datos de Unesco lo confirman.
El 54% de los estudiantes de grado son mujeres en contraposición a 46% de hombres. En doctorado, el porcentaje de mujeres disminuye al alcanzar el 46% del estudiantado, mientras los hombres son 54%.
"Nuestro principal reto es romper con las barreras socialmente impuestas a las mujeres para ingresar a carreras científico tecnológicas, esto genera brechas en este sector que perjudica a las personas y el desarrollo del conocimiento, por tanto al desarrollo del país. Estas barreras son socialmente aprendidas, por lo tanto, son superables, mediante un trabajo conjunto con las instituciones de educación, sector privado, gobierno, pero sobre todo con la participación de la población costarricense", comentó Vásquez.
Vocaciones científicas
Para Dayana Mora, directora de la Academia Nacional de Ciencias (ANC), en el país se deben fomentar las vocaciones científicas en niñas. "Generando referentes para ellas. ¿Cómo? Visibilizando a las grandes científicas que existen, sus aportes y logros. Debemos, además, exponerlas a actividades científicas que las inspiren, motiven y empoderen a formarse en las áreas de ciencia, tecnología y matemáticas", dijo.
En el 2016, Micitt realizó cinco encuentros dedicados a las mujeres en ciencia y tecnología. Se visitaron centros educativos en Pérez Zeledón, Liberia, Limón, San José y Puntarenas, logrando una participación de alrededor de 450 jóvenes.
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"Los encuentros de mujeres en ciencia y tecnología nos han permitido observar como poco a poco más mujeres que deciden estudiar carreras científicas y tecnológicas, campos de suma importancia para el desarrollo del país, además de vitales para el desarrollo humano y una importante herramienta para la lograr la igualdad y la equidad de género tan necesaria para el avance de los derechos humanos", destacó la viceministra.
Asimismo, Vásquez agregó: "Al mostrar ejemplos de mujeres que han sido exitosas en estas carreras, mostramos a las jóvenes que sí es posible desarrollar proyectos de vida personales, familiares y profesionales en estas áreas, por lo que el diálogo con las científicas e ingenieras ha resultado muy gratificante para ambas partes".
Aunque el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología Dr. Clodomiro Picado Twight se instauró en 1980, el galardón fue dado por primera vez a una mujer hasta el año 2002, cuando se reconoció a la microbióloga Caterina Guzmán. Desde entonces, este premio ha reconocido a ocho mujeres.
Para visibilizar la trayectoria de científicas costarricenses, en el 2010 el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), en asocio con ANC, crearon el premio Científica Destacada. A la fecha, cuatro personas ostentan esta distinción.
"A lo largo de los años hemos visto grandes contribuciones de mujeres a la ciencia en diferentes disciplinas. Tenemos en el país grandes científicas con investigaciones excepcionales que dejan muy en alto la ciencia costarricense en el mundo", resaltó Mora.
Para Giselle Tamayo, primera mujer en ocupar la presidencia del Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit), los esfuerzos en este campo deben ser también pedagógicos.
"No solamente se debe transmitir el conocimiento a una niña para que se maraville sobre algo que era desconocido para ella, sino también deben descubrirse sus talentos. Creo que uno de los problemas básicos de nuestra educación es que se alejó del descubrimiento de talentos para focalizarse en una enseñanza estandarizada.
"Tenemos que dotar a nuestros maestros y a nuestros profesores de secundaria de las habilidades de descubrir los talentos de los niños y las niñas y en la medida de que existen estos talentos, así se puede transferir conocimiento", destacó Tamayo.