Los satélites Antonianna, Lisa, Kimberley y Tijmen serán puestos en órbita el próximo jueves 17 de noviembre, a bordo de un cohete Ariane 5.
Los dispositivos son parte del sistema de navegación Galileo, una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) cuyo objetivo es brindar servicios de posicionamiento, navegación para Europa y así disminuir la dependencia que tienen del GPS estadounidense.
Tras el lanzamiento, serán 18 los satélites colocados en el espacio para este fin. En total la misión involucrará 24 satélites.
Anteriormente, la ESA envió este tipo de tecnología de dos en dos, por medio de una sonda Soyuz. Sin embargo, esta será la primera ocasión en que se enviarán cuatro al mismo tiempo, lo cual implicará retos técnicos relevantes.
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Según la agencia espacial, el Ariane 5 empleará un nuevo dispensador capaz de situar en órbita cuatro satélites idénticos de una sola vez.
"El ascenso hasta la órbita circular intermedia durará tres horas y media. A continuación, una vez separados los satélites, un equipo formado por personal de la ESA y de la agencia espacial francesa (CNES) asumirá su control y los guiarán por sus órbitas tempranas".
Los cuatro satélites se separarán por parejas y el equipo encargado de la misión atenderá dos turnos, y los controlará desde las instalaciones del CNES en Toulouse, Francia.
Los satélites de esta misión pesan 738 kilogramos y una vez que alcancen la órbita, el equipo de control en la Tierra deberá: "establecer un enlace de datos mediante una serie de estaciones terrestres, llevar a cabo amplias comprobaciones de funcionamiento y, a continuación, poner los módulos en un modo estable, orientados hacia la nuestro planeta, quedando así listos para posteriores maniobras", comunicó la ESA.