En su más reciente película, Ad Astra, el actor estadounidense Brad Pitt interpreta a un astronauta que viaja por todo el sistema solar, y estudia la luna y Marte.
La película fue vista recientemente por los astronautas en la Estación Espacial Internacional (EEI). Esto llevó al actor a conversar la mañana de este lunes –durante poco menos de 20 minutos– con Nick Hague, astronauta quien actualmente lleva 180 días (de 200 que dura su misión) en la EEI, acerca de lo que es el día a día en ese lugar.
“Este realmente es un gran regalo, estar hablando con usted allá arriba”, dijo Pitt al inicio de la conversación.
El artista bromeó con las diferencias obvias de lo que se tenía en un estudio de grabación con los módulos reales de la EEI.
“¿Realmente sabes para qué son todos esos cables, botones y cosas que tienes ahí atrás?”, preguntó entre risas.
También entre risas, el astronauta respondió: “Cuando llegué aquí por primera vez, esto se veía muy diferente de cómo entrenábamos en Tierra, pero después te vuelves material. Mucho es para guardar material y equipo, pero hay otras cosas con muchas utilidades.
"Por ejemplo, este muro es para estudiar cómo las llamas se comportan en el espacio, que es muy diferente de cómo lo hacen en la Tierra. Ver qué sucede dentro de una llama nos ayuda a tener una mejor idea de cómo consumir la energía”.
Call from International Space Station#DidYouKnow actor Brad Pitt is playing the role of an astronaut in his latest film, Ad Astra? 👨🚀 Starting at 11:35 a.m. EDT, NASA Astronaut Nick Hague will make an space-to-Earth call to chat with the actor about what it’s like to live and work aboard the International Space Station. Tune in:
Posted by NASA - National Aeronautics and Space Administration on Monday, September 16, 2019
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Pitt también preguntó cómo hace el cuerpo para adaptarse a las condiciones del espacio, saber cuándo es de día y de noche porque desde allí pueden verse “16 amaneceres y 16 atardeceres".
Hague explicó que para eso todos utilizan el tiempo GMT, y que todas las estaciones con las que se comunican utilizan el mismo horario, tanto en EE. UU., Montreal, Rusia, Japón y los otros países con los que se trabaja.
Además, tienen una escala artificial de luces con el espectro visual para hacerles entender cuándo debe ser su día y su noche, de modo que su cuerpo se adapte. Las horas de trabajo usualmente son de 7:30 a. m. a 7:30 p. m., a no ser que deban estar pendientes de algo más.
También habló de la experiencia de estar lejos de su familia y amigos.
“Sí extraño mucho a mis amigos, a mi familia. La ventaja es que estamos en la órbita baja de la Tierra, por lo que es fácil tener comunicación diaria con mis hijos, tratar de que ellos vean lo que yo vivo y también poder verlos a ellos. Al estar en órbita baja no estamos tan lejos y no hay tanto retraso con la comunicación”, destacó el astronauta.
Para Pitt, la pregunta más importante era saber quién ponía la música.
“Nos ponemos de acuerdo. Aquí hay un italiano, dos rusos, un estadounidense, entonces hay toda una gama de músicas tradicionales de cada país y de gustos musicales”, dijo el astronauta.
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Trabajo
Hague también habló de sus misiones en la EEI, que ya están por llegar a su final.
Dentro de lo que ha realizado destacan tres caminatas espaciales. Además, ayudó en las investigaciones de un nuevo tipo de caucho para neumáticos. También apoyó estudios genéticos para posibles tratamientos futuros contra cáncer o alzhéimer.
Además realizan experimentos tecnológicos como imprimir en tercera dimensión instrumentos básicos para que, cuando se viaje a la luna se puedan imprimir algunas herramientas. Pero esto también los ayudó a probar cómo sería imprimir órganos y tejidos.
“Todos los días hay algo nuevo y muy emocionante”, dijo el astronauta.
“Cuando crecía, y vivía en una granja, nunca me imaginé que yo podría vivir algo así”, destacó.
Pero para él, lo más maravilloso es poder ver la Tierra desde su ventana.
“Es una de las cosas especiales. Puedo ver Kansas (el lugar donde él nació) o Misuri (el lugar donde Pitt nació), pero igual puedo ver la luna. Estoy en el cosmos, y esa perspectiva te cambia, ver que somos algo muy pequeño en un universo muy grande. Esto me hace expresar lo maravilloso que es el pequeño lugar donde vivimos”, expresó Hague.
El astronauta también habló de las adaptaciones que su cuerpo ha hecho, ya que dejó de caminar de la forma como que lo hacía y aprendió a vivir sin gravedad.
Para Hague, la conversación con Pitt fue importante. Según él, el aporte del sétimo arte es vital para el desarrollo espacial, pues, por más ciencia ficción que sea, esto es lo que alimenta los sueños de las nuevas generaciones para estudiar y volverse astronautas algún día.
“Yo no seré de la generación que pondrá un pie en la luna otra vez. Lo será la generación de los jóvenes y los niños que estarán viendo esta película”, concluyó Hague.
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