Un cubo de 10 x 10 x 10 y un kilogramo de peso será el primer satélite con sello costarricense que navegará por el espacio.
Denominado Proyecto Irazú, este diminuto dispositivo entrará en órbita en el segundo semestre del 2017 y su misión será recolectar información para estudiar los efectos del cambio climático en Costa Rica.
El aparato es desarrollado por la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio (ACAE) y por el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), con apoyo de varias empresas patrocinadoras.
“Este es el primer satélite, no solo de Costa Rica, sino de Centroamérica. La estrategia de trabajo involucra el sector gubernamental, la academia, la industria, así como a la sociedad”, declaró el presidente de ACAE, Carlos Alvarado.
La misión –que se prolongará por seis meses– cuenta con un parche (logo) alusivo que destaca sus características.
Pionero. El director de Proyecto Irazú, Marco Gómez, explicó que, en este caso, siguen estándares de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), que contempla tres componentes. El primero es el satélite en sí mismo, el cual fue diseñado bajo el concepto de los picosatélites CubeSat; es decir, dispositivos muy pequeños, livianos y de bajo costo. Los gestores planean iniciar el ensamblaje del satélite en junio próximo.
Será lanzado desde el laboratorio Kibo, el módulo japonés de la Estación Espacial Internacional. Se desplazará en órbita baja, a unos 400 kilómetros de altura.
El segundo es una estación remota que estará ubicada en una plantación de árboles de melina en Los Chiles de Alajuela.
Gómez indicó que ahí se van a colocar 10 dendrómetros, instrumentos para medir las dimensiones de los árboles. Cinco de estos aparatos fueron desarrollados por estudiantes del ITCR y los otros cinco son comerciales.
“A diferencia de los dendrómetros que se encuentran en el mercado, el sistema diseñado en el TEC no es invasivo. Se anclan de un punto en el árbol y, a través de un sensor ultrasónico, medirá el crecimiento del diámetro. También tendrá un sensor para medir la humedad de la tierra”, detalló Gómez.
El monitoreo del crecimiento forestal, así como de la fijación de carbono, será diario.
Los dendrómetros estarán conectados a un dispositivo llamado data blogger, que compilará toda la información recolectada. Esta se envía a una antena, la cual la dirige al satélite.
En Los Chiles también funcionará una estación meteorológica que hará mediciones varias.
“Lo que se busca es estudiar cómo se comporta la masa forestal ante la variabilidad climática producida por el cambio climático”, explicó el rector del ITCR, Julio Calvo.
Una vez que el satélite recibe la señal, la envía a una estación en tierra, en el ITCR, que funcionará como una especie de control de misión. La información será procesada, publicada y se podrá visualizar en un sitio web que está en construcción.
Recta final. El costo total de la puesta en órbita del Irazú es de $500.000. Y como todavía faltan $75.000, a partir del 21 de marzo y durante un mes, se desarrollará una campaña de recaudación de fondos por medio de la plataforma virtual Kickstarter.
El plan ofrece ocho categorías de donación, que van desde los $10 hasta los $5.000 o más. Los donantes recibirán retribuciones de acuerdo con el monto de su aporte: camisetas, parches e incluso la posibilidad de colocar el nombre de la persona o empresa en el satélite.