¿Qué podría tener de gracioso un chiste sobre la hipotenusa, los catetos, los hexágonos o los hectaedros truncados?
El español Eduardo Sáenz de Cabezón hace del humor su cómplice para “aterrizar” una ciencia tan abstracta como la matemática ante un público no experto, que somos la mayoría.
La fórmula parece sencilla: “usar la risa como un vehículo de comunicación científica”. Ese es el norte que tienen sus monólogos cómicos.
Sáenz está en Costa Rica para participar como invitado en el X Festival Internacional de Matemática, organizado por las cuatro universidades estatales y la Fundación para el Centro Nacional de la Ciencia y la Tecnología (Cientec). Él ofrecerá dos conferencias abiertas al público.
Entre cálculos y carcajadas. Originario de La Rioja, España, Saénz asegura: “La matemática me divierte, me interesa, me apasiona”. El científico recuerda que mientras sus compañeros de clase enamoraban a alguna muchacha, él quedó flechado por la matemática cuando conoció los teoremas de isomorfía de anillos.
¿Cuando conoció qué? No importa. Lo realmente significativo es que ese joven quedó cautivado por la “belleza” de una materia que suele aterrorizar a muchos en sus tiempos de estudiante.
“El mundo de las matemáticas es muy amplio. Quizá la complicación más grande es el grado de abstracción que tiene. Normalmente, el contacto que hemos tenido con ella casi siempre ha estado muy desvinculado de nuestra vida cotidiana. Pero las matemáticas son útiles y nos pueden ayudar a vivir mejor, más plenamente”, declaró Sáenz.
En su bagaje académico figuran una licenciatura y un doctorado en Matemáticas y una licenciatura en Teología. Actualmente, es profesor en la Universidad de La Rioja, trabajo que combina con sus monólogos.
“Las matemáticas son tan generales y tan abstractas que se pueden aplicar a prácticamente todo en la vida y eso te hace, de alguna forma, ser más riguroso en tu pensamiento, menos manipulable. Eso me parece importante incluso para ejercer la ciudadanía de una forma crítica”, dijo.
En su caso, se juntó el hambre con las ganas de comer, pues su amor por esa ciencia se mezcló estratégicamente con su experiencia en el campo de la narración oral y la actividad de contar cuentos. “Parece que los matemáticos tenemos la obligación de ser raros, pero no. Realmente, somos gente normal prácticamente todo el tiempo”, agregó.
Sus presentaciones, dice, se nutren tanto de la matemática en sí misma como de la realidad.
“Para mí, lo importante a la hora de construir un texto es, primero, buscar conexiones con la vida de las personas, con su experiencia cotidiana, para así compartir un mismo código”, dijo.
Sáenz es miembro fundador del Big Van: científicos sobre ruedas, una agrupación de expertos en disciplinas diversas como química, biología, física, biotecnología, genética, ingeniería, astronomía, entre otras, que, de cuando, en cuando cuelgan sus gabachas y salen a divulgar la ciencia por medio del humor. “El objetivo cuando doy una presentación es que la persona que entra, salga diferente de como entró”, agregó.
Para Sáenz, una de las razones de la aversión generalizada hacia esta asignatura es un abordaje erróneo desde el sistema educativo. “Entramos a la matemática por la puerta equivocada. Tenemos una especie de indefensión aprendida frente a las matemáticas, pues de antemano se supone que es algo difícil y, por lo tanto, nos va ir mal . Creo que los profesores realizan una gran labor, pero están atados por el currículo académico”, acotó.
En su canal en YouTube, Derivando , Sáenz también divulga las matemáticas de forma lúdica.
Martes 7 de junio: Conferencia “La matemática, el diseño y la divulgación.” La matemática en la arquitectura y cómo se producen las cápsulas del canal en YouTube Derivando. Lugar: Casa de la Cultura, sede del TEC en Barrio Amón. Hora: 7 p. m.
Miércoles 8 de junio: “Variaciones en torno a un cuadrado y una circunferencia” . Diez formas diferentes de resolver un sencillo problema de física nos hacen plantearnos qué significa resolver un problema, qué es una solución sencilla, o elegante, o cómo enseñamos a nuestros alumnos a resolver problemas. Lugar: Auditorio Clodomiro Picado. Universidad Nacional, Heredia. Hora: 9 a. m.