Silicon Valley, en California, Estados Unidos, una de las más importantes mecas de innovación y negocios en el mundo, será la casa de cuatro jóvenes costarricenses durante febrero de 2018.
Luis Alfredo Barboza, Jean Carlo Gómez, Mariela Cubillo y Eduardo Loría recibirán capacitación en ese sitio, sede de las más prestigiosas compañías del orbe y cuna de las pequeñas empresas más prometedoras para la humanidad.
Los muchachos forman parte de los cuatro emprendimientos ganadores del Premio Cuestamoras a la Innovación, otorgado en el marco del Innovation Fest, que se llevó a cabo en el Museo de los Niños el pasado 19 de noviembre.
Los jóvenes son representantes de las cuatro pequeñas empresas galardonadas en ese certamen: Hemoalgae, Atomik Monsters, Japp.jobs y 4thewords.
Según el jurado, estos emprendimientos de ingenio nacional destacaron porque, además de ofrecer propuestas novedosas, estas resultan útiles para la sociedad porque resuelven problemas cotidianos.
Los cuatro beneficiarios con el premio viajarán a Silicon Valley para codearse con potenciales inversionistas y con personas de otros países quienes, como ellos, son dueños de un espíritu emprendedor y están dispuestos a compartir su experiencia al respecto.
Ideas que curan
Hemoalgae produce un anticoagulante a base de micro algas, diminutos microorganismos que realizan fotosíntesis, como las plantas, los cuales están presentes en todos los cuerpos de agua (lagos, mares, ríos) y en ambientes terrestres. Estas captan muy bien el dióxido de carbono (CO2).
El producto funciona para tratar padecimientos como la trombosis y, de momento, lo venden como reactivo para los centros de investigación en salud.
“Producimos hirudina, un anticoagulante presente naturalmente en las sanguijuelas… se trata de proteínas muy caras, que no se pueden reproducir en bacterias o levaduras y por eso se producen dentro de micro algas, las cuales resultan una fábrica completa para moléculas complejas como estas”, explicó Luis Alfredo Barboza, de 22años.
Él, junto con sus compañeras Myrka Rojas, de 22 años, y Diana Mendoza, de 24, trabajan desde hace cuatro años en el proyecto. Los tres son graduados de la carrera de Biotecnología del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR).
Su idea es comercializar el anticoagulante en forma masiva como un fármaco y, eventualmente, explotarlo para otras industrias en las cuales se utiliza la hirudina, como la alimenticia, la de cosméticos y demás compuestos de alto valor agregado.
Esta no será la primera vez que los fundadores de Hemoalgae crucen fronteras con miras a formarse para hacer crecer se negocio. El año anterior se capacitaron durante cuatro meses en la Universidad de Almería, España, y este 2017 aprovecharon otros cuatro meses en Irlanda, como ganadores de un concurso de la aceleradora Rebel Bio.
El juego de la Química
Videojuegos mediante los cuales se aprende Química. Esa es la apuesta de Atomik Monsters, emprendimiento conformado porJean Carlo Gómez, diseñador industrial de 23 años; Kenneth Fernández y Rodrigo López, ingenieros en computación de 24 y 25 años, respectivamente, y Rodrigo Maroto, un administrador de empresas de 24 años.
“Los usuarios, que por lo general son alumnos de colegio, porque es en ciertos niveles en los que reciben Química, hacen fórmulas y se aprenden los elementos de la tabla periódica por medio del juego”, comentó Jean Carlo Gómez.
Los propietarios de esta empresa, quienes también son egresados del ITCR, empezaron a madurar la idea hace unos cuatro años. Hoy cuentan con tres productos y trabajan en otro.
Se trata de software educativo que puede utilizarse en cualquier dispositivo móvil y que se ofrece, principalmente, a escuelas y colegios.
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Atomik Monsters Academic, dirigida a colegiales entre los 14 y los 17 años, es su principal caballo de batalla.
“Según el Ministerio de Educación Pública (MEP), el porcentaje de escogencia de Química para bachillerato en el 2016 fue del 5,5%. Eso es porque a los muchachos no se les presenta en forma atractiva, y nuestra idea es hacerlo presentándola como un videojuego”, agregó Gómez.
Según el muchacho, ya tienen listo Atomik Monsters Kids, para que escolares entre los 6 y los 12 años se sumerjan en el mundo de la Química y así se les facilite el aprendizaje de esta materia cuando ingresen al colegio.
Adicionalmente, los jóvenes desarrollaron la aplicación Atomik Monsters Infinite, de descarga gratuita, disponible para los sistemas operativos iOS y Android.
Para buscar pasantías
Vincular a estudiantes que buscan hacer una pasantía o práctica en alguna empresa lo suficientemente compatible con sus valores y expectativas, es el trabajo de Japp.jobs.
El interesado ingresa al sitio web, crea un usuario con una contraseña, agrega sus datos y, automáticamente, el sistema inicia el proceso de búsqueda de la compañía más apropiada.
Esta iniciativa fue gestada hace poco más de dos años por Esteban Cubillo, ingeniero industrial de 31 años; Lisbeth Peraza, diseñadora industrial de 30 años; Kevin Salazar, desarrollador web de 22 años, y Mariela Cubillo, administradora de 32 años.
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“Sabemos que los datos son el nuevo petróleo, que no son utilizados de la mejor manera y creemos que con la tecnología empleada, llamada cognitiva, se pueden hacer buenos análisis”, explicó Cubillo.
Según la joven, el sistema confronta los datos del curriculum vitae de los estudiantes con el perfil de puesto que busca la empresa.
“Se logra un match tan apropiado, que es posible hasta hacer análisis de personalidad para que, tanto él como el empleador, sepan si es compatible con la cultura de la organización”, puntualizó.
El sitio web es de acceso libre, pues está pensado, sobre todo, para pequeñas empresas que normalmente no cuentan con plataformas de reclutamiento.
En el caso de las firmas más grandes, a estas les ofrecen tres paquetes especiales.
Escribir y jugar
¿Su trabajo es escribir, pero le cuesta concentrarse y hacerlo rápido? Si ese es su caso, 4thewords podría resultarle útil.
Por una suscripción de $4 mensuales, este sitio web incentiva a los escritores a digitar determinada cantidad de palabras en un tiempo definido, a través de mecánicas de juego.
“Muchos escritores empiezan una obra y, como es algo tan desgastante, no la terminan… entonces, creamos un juego para que se divirtieran y concluyan lo que empezaron. La persona escoge una meta; por ejemplo: 1.500 palabras en tres horas, y por cada meta lograda reciben ‘premios’”, contó Eduardo Loría, administrador de empresas de 29 años.
Sus socios son Róger Quirós, de 27 años, Thign Holthuis, de 23 (ambos programadores), y Gregory Sage, de 25 años, quien es ilustrador.
Según indicó Loría, el juego les permite a los participantes estar al tanto del puntaje que llevan y ver el de los demás.
Hasta el momento, 4thewords reporta unas 8.000 cuentas creadas; 3.000 de estas están activas al mes, mientras que 800 se utilizan a diario.
Autores, blogueros, universitarios, profesionales y cualquier persona relacionada o interesada en escribir eficientemente puede unirse a este movimiento.