San José.
La especialista costarricense Carolina Santamaría Ulloa, del Instituto en Investigaciones en Salud (Inisa) de la Universidad de Costa Rica (UCR), formó parte del grupo de 22 especialistas que analizó el riesgo de padecer cáncer debido al consumo intensivo de carnes rojas preparadas (embutidos) y de diferentes cortes de ese tipo de alimento.
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La investigadora estuvo en el grupo de expertos de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), la cual, basada en las conclusiones de los especialistas, decidió clasificar el consumo de carne procesada como carcinógena para los humanos y el de carne roja como probablemente carcinógeno. La investigación se dio a conocer en Lyon, Francia, en una actividad del IARC y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizada del 6 al 13 de octubre.
Consumo. "Lo recomendable es disminuir el consumo de carnes procesadas tanto como sea posible y no excederse en el consumo de carnes rojas. Estas recomendaciones son parte de lo que ya establecen las Guías Alimentarias de Costa Rica emitidas por el Ministerio de Salud", advirtió la doctora Santamaría.
Asimismo, agregó que la carne es fuente de energía, proteínas y micronutrientes. Sin embargo, como el objetivo de la monografía era evaluar si las carnes rojas y las carnes procesadas están asociadas con el cáncer, no se discutieron los beneficios asociados de comer carne.
Santamaría recordó: "Claramente no existe un único factor de riesgo que sea el responsable de que nos enfermemos de cáncer, sino un conjunto de condiciones que pueden combinarse de forma que aumente o disminuya la probabilidad de que enfermemos".
Según las estimaciones más recientes del Proyecto sobre la Carga Global de Enfermedad, una organización independiente de investigación académica, cerca de 34.000 muertes anuales por cáncer en todo el mundo, son atribuibles a dietas ricas en carne procesada, detalló el comunicado de prensa que emitió la oficina de divulgación de la UCR.
Según el boletín, un análisis de datos de 10 estudios sobre el mismo tema encontró que cada porción de 50 gramos de carne procesada, consumida diariamente, aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en aproximadamente un 18%.
La carne procesada es aquella que ha sido transformada a través de procesos de salazón, curado, fermentación, ahumado, u otros; el jamón y las salchichas son algunos de los ejemplos.
Sobre el consumo de carne a nivel nacional se le preguntó a la Corporación de Fomento Ganadero (Corfoga) acerca de posibles efectos, como la reducción en la demanda de carnes rojas, pero la organización dijo que esos datos no se reflejarán sino hasta el próximo mes.