Dos artículos del decreto ejecutivo en donde se oficializa el traslado de las colecciones biológicas al Museo Nacional (MNCR), preocupan al Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio).
3,5
millones Las colecciones @biológicas que traspasa el INBio al Museo Nacional constan de 3,5 millones de ejemplares.
8
grupos son plantas, hongos, líquenes, musgos, insectos, arácnidos, ciempiés y onicóforos (similares a orugas).
25
años fue armando estas colecciones a lo largo de 25 años enfocado en inventariar la biodiversidad.
Este centro de investigación los interpreta como una apropiación de sus bienes, más allá de lo que le corresponde al Estado.
Así lo manifestó Rándall García, director ejecutivo del INBio a La Nación.
Al respecto, García explicó: “Nos sorprendieron los artículos 2 y 3, porque, si bien con el MNCR ha habido conversaciones muy amigables para identificar cuál equipo se trasladaría junto con las colecciones, básicamente desde el Ejecutivo se decide qué es lo que una organización privada tiene que hacer con sus activos”.
El Decreto Ejecutivo N.° 38882-MCJ-Minae-MAG-Micitt aún está por publicarse en el diario oficial La Gaceta, para entrar en vigencia.
Su objetivo es regular el proceso de entrega de las colecciones biológicas, las cuales ya de por sí son patrimonio del Estado y han estado bajo custodia del INBio desde hace 25 años. A partir de este año, las compilaciones serán resguardadas por el MNCR.
El decreto fue firmado por el presidente Luis Guillermo Solís y los ministros Édgar Gutiérrez (Ambiente), Elizabeth Fonseca (Cultura y Juventud), Luis Felipe Arauz (Agricultura y Ganadería) y Gisella Kopper (Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones).
Para María Virginia Cajiao, abogada y secretaria del Consejo Nacional Ambiental, el decreto autoriza al Estado a recibir donaciones, pero no está obligando al INBio a hacerlo.
“En el artículo dos del decreto dice que el Estado ‘recibirá’, no está diciendo que ‘ordenará’. No se puede obligar a nadie a donar, ni mucho menos, en un decreto”, aclaró Cajiao, y agregó: “INBio determinará qué dona y qué no”.
Artículos en cuestión. García reconoció como un aspecto positivo que el decreto visibiliza el trabajo conjunto entre ministerios, así como la declaratoria de interés público de las colecciones.
Sin embargo, en el numeral 2 del decreto se detalla el material por entregar. En el cuarto punto de la norma se especifican que son “los sistemas, equipos y programas utilizados por INBio para administrar la información asociada a las colecciones”.
El software utilizado para manejar las bases de datos fue diseñado por este Instituto, se llama Atta y, por tanto, la propiedad intelectual recae en el INBio.
Según García, el Instituto está dispuesto a ayudar al MNCR con el mantenimiento de Atta.
“Hemos hablado de entregar eso al Museo, pero el tono en que está en el decreto es diferente”, destacó García.
En el siguiente artículo, en el 3, se habla de donación de activos por parte de INBio, entre ellos, los gabinetes especialmente diseñados para conservar especímenes, gavetas y anaqueles, así como equipo óptico y estantes para documentación técnica.
Para Luis Diego Castro, abogado de la firma Castro Pal Abogados, que representa a INBio, el cuarto punto de dicho artículo es el más preocupante para ellos. “d) Aquellos activos que a criterio del MNCR se consideren importantes para el manejo de las colecciones”, se lee en el decreto.
“En nuestra opinión, este artículo va en contra de lo que establece el artículo 45 de la Constitución Política que regula la propiedad privada. El Estado no puede tocar la propiedad de los ciudadanos y si, de alguna forma lo tiene que hacer, pues debe compensarle. Es lo que se llama una expropiación”, explicó Castro.
Armar estas colecciones tendría un costo calculado al día de hoy de ¢22.000 millones. Ese monto incluye la fase de recolecta de los espécimenes y la administración de las bases de datos.
¿Cuán necesario es ese equipo para administrar las colecciones? “Si la colección va a estar en uso para generar conocimiento, esos activos son muy importantes. Si la colección va a estar guardada, no se ocupan esas cosas”, manifestó García.
Para Castro, aunque los bienes en cuestión son pocos, este decreto podría crear un precedente al especificar la donación. En su consideración, la alternativa hubiera sido firmar un contrato de donación.
Según Castro, INBio esperará la publicación del decreto para decidir pasos por seguir.
No hay obligación. Ante consulta de La Nación , la Dirección Jurídica de Casa Presidencial analizó el decreto y no consideró que se plantee una expropiación de bienes, como lo considera INBio.
“En los considerandos del decreto se incluye un acuerdo de Junta Directiva de INBio donde se dice qué se va a entregar al Estado. También se incluye un acuerdo de Junta Directiva del MNCR donde se dice que se van a aceptar las donaciones”, manifestó Cajiao.
A su criterio, el decreto faculta al Estado a recibir las colecciones y otro material asociado a ellas, incluso donaciones, en el espíritu de regular ese traspaso de una institución a otra. “No se habla de expropiación”, enfatizó.