Los gemelos monocigóticos o idénticos provienen de un mismo óvulo fecundado y eso les da como resultado compartir la totalidad de sus genes y ser iguales físicamente.
Pero científicos de Estados Unidos, Australia, Italia, Francia e Inglaterra encontraron algo que va más allá: estos hermanos no solo comparten el 100% de los genes, la similitud en la forma en la que estos genes se expresan y las moléculas y proteínas que estos generan (epigenética) también es mucho mayor de la sospechada.
Los investigadores llamaron a estas coincidencias "supersimilitud" y publicaron sus conclusiones en la revista Genome Biology.
Esta supersimilitud no se observa en gemelos dicigóticos o no idénticos ni en hermanos que no nacieron al mismo tiempo.
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"Las características de un individuo no dependen solo de los genes heredados de sus progenitores, también de la epigenética, es decir, los mecanismos moleculares que determinan qué genes van a 'encenderse' o 'apagarse' en los distintos tipos de células. Si vemos el ADN como el hardware de una computadora, la epigenética es el software que determina lo que la computadora puede hacer", dijo en conferencia de prensa Robert Waterland, investigador de Centro Molecular de Genética Humana del Baylor College of Medicine en EE. UU., autor principal del informe.
La epigenética trabaja añadiendo o removiendo componentes químicos a los genes y "marca" cuáles deberían ser utilizados según los diferentes tipos de células.
Muchas de estas manifestaciones se modifican según el estilo de vida de las personas y el ambiente en el que estos se desarrollan. Sin embargo, los investigadores vieron que aún en gemelos con estilos de vida muy diferentes su epigenética tenía manifestaciones muy similares.
¿Por qué esto es así? Los científicos indican que para entenderlo debemos remitirnos a la forma en la que se forman este tipo de hermanos. Los gemelos idénticos se dan cuando el embrión se divide en dos partes y cada una evoluciona en un ser humano por separado.
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"Si, en un grupo de genes los marcadores epigenéticos se establecen antes de que el embrión se divida, entonces los marcadores estarán en ambos gemelos. Si ambos gemelos heredan esta 'memoria molecular' ambos tendrán manifestaciones similares. Si hay genes con marcadores epigenéticos que se dieron después de que el embrión se separara, pues eso llevará a diferencias epigenéticas", indicó Waterland.
Similitudes clave
De acuerdo con los investigadores, la supersimilaridad se produce solo en un grupo de genes pequeño, pero curiosamente más de la mitad de estos están relacionados con el riesgo de desarrollo de células cancerígenas.
Los científicos se concentraron en un grupo de químicos en los genes llamados metilo.
Los grupos metilo son moléculas pequeñas compuestas por un átomo de carbono y tres átomos de hidrógeno. Estas moléculas se agregan a las proteínas o a los ácidos nucleicos, o se extraen de estos y pueden cambiar la forma en que los mismos actúan en el cuerpo.
Por ejemplo, investigaciones anteriores han observado que, en caso del cáncer, ciertos genes antitumorales, cuya misión consiste en frenar la división celular incontrolada, dejan de funcionar porque se les agregan varios grupos de metilo (hipermetilación) en sus regiones reguladoras.
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Waterland y su equipo tomaron como voluntarios a 662 parejas de gemelos y a todas les tomaron muestras de tejido adiposo y de sangre.
Se analizaron tanto gemelos monocigóticos como dicigóticos, estos últimos fueron utilizados como grupo de control. Todos los participantes eran personas saludables y sin historia anterior de cáncer.
De las muestras se sacaron genes llamados epialelos metaestables.
Se escogieron estos pares porque pesquisas anteriores indicaron que los grupos de metilo se añaden a los alelos metaestables en una fase temprana del desarrollo temprano y se mantienen ahí de por vida.
"Al analizar el ADN periférico de la sangre de adultos jóvenes vemos que la metilación en los genes supersimilares está asociado con un mayor riesgo de algunos tipos de cáncer, como el de pulmón, próstata y colon", manifestó en un comunicado de prensa Roger Milne, del Centro de Cáncer de Victoria, Australia, uno de los investigadores.
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Sin embargo, los investigadores aclaran que esto no significa que todos los gemelos vayan a desarrollar cáncer o que el riesgo sea muchísimo mayor que el de cualquier persona, pues los diferentes tipos de tumores responden a factores múltiples, dentro de los cuales la genética es solo uno de ellos.