Según Jirí Borovicka, de la Academia de Ciencias de la República Checa, el cuerpo espacial, que tenía 19 metros de diámetro, se rompió en el aire en múltiples fragmentos, de los cuales solo pocos superaron los cien gramos.
El pasado 16 de octubre, buzos rusos sacaron del fondo del lago Chebarkul un fragmento de 570 kilos de peso, el más grande hallado hasta el momento.
Los buceadores habían sacado hasta entonces doce rocas del lago, cinco de las cuales fueron identificadas como trozos del meteorito.
Los científicos estudiaron las características del meteorito a partir de los datos captados por múltiples instrumentos astronómicos y los numerosos videos que proliferaron tras su caída, que causó más de 1.500 heridos y sumió en el pánico a la región.
A partir de esta información, el equipo de Borovicka estableció que el asteroide de Chelyabinsk siguió una órbita “similar a la de otro asteroide que ha orbitado cerca de la Tierra” , el 86039 (1999 NC43) , de dos kilómetros de diámetro, lo que sugiere que “los dos fueron en su día parte del mismo objeto” .