Por primera vez en 38 años, tres mujeres dominaron la entrega de los premios nacionales de Ciencia y Tecnología Clodomiro Picado Twight 2014. Se trata de dos microbiólogas y una química forense.
También se reconoció a un investigador de enfermedades tropicales en mamíferos.
Los premios Clodomiro Picado Twight son otorgados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) a quienes realizan y divulgan su investigación y así enriquecen el conocimiento costarricense.
El galardón de Ciencia fue para Laura Monturiol , investigadora del Instituto Clodomiro Picado, de la Universidad de Costa Rica (UCR), y docente de la Facultad de Microbiología. Lo compartió con Elías Barquero , científico del Laboratorio de Bacteriología de la Universidad Nacional (UNA) y profesor del Programa de Investigación en Enfermedades Tropicales.
Monturiol, de 36 años, indagó los efectos en las células de la toxina fosfolipasa C, que causa gangrena gaseosa.
Ese tipo de gangrena suele ocurrir cuando una herida del tejido blando se contamina. Es considerada emergencia médica. Su investigación sugiere el uso potencial de antioxidantes para mitigar o evitar el daño de las células a causa de la toxina.
Barquero, también de 36 años, descubrió que bacterias del género Brucella se comportan como patógenos capaces de hacerse invisibles para el sistema inmunológico de bovinos infectados.
Hallar esta propiedad es toda una novedad y ayudaría a mitigar una enfermedad común en animales, que también puede ser contagiosa a seres humanos. Se le llama brucelosis y, de acuerdo con Barquero, es común en el ganado, delfines y perros.
En Tecnología, la distinción fue para Tatiana Trejos (41 años), jefa de Investigación de Análisis de Evidencia Traza y directora asistente de programas académicos en el Instituto Internacional de Investigación Forense del Departamento de Laboratorios de Ciencias Forenses de la Universidad Internacional de Florida.
Ella creó un láser cuyo haz de luz es de una finura tal que puede vaporizar muestras de evidencia pequeñas. Al volverse gaseosas, estas permiten hacer un análisis químico capaz de establecer hechos y guiar la labor forense.
Del mismo modo, se laureó a Eugenia Corrales , coordinadora y profesora de la Facultad de Microbiología de la UCR.
Ella inventó una manera sistemática, sencilla y confiable de estudiar los anticuerpos inmunoglobulina G, cruciales en la defensa antiviral y utilizados para el diagnóstico de infecciones. Este instrumento podría ayudar a descubrir si un anticuerpo creado en laboratorio puede ser eficaz o no para anular enfermedades específicas.
Mujeres en la ciencia. En casi 40 años de entregarse estos galardones, solo siete mujeres los han obtenido, incluidas las tres de esta edición. En cambio, 45 hombres han sido premiados desde 1977.
El Micitt reconoció a Caterina Guzmán en el 2002; a Marietta Flores y Lizbeth Salazar, ambas en el 2003, y a Sindy Chaves en el 2012.
La escasez de mujeres en este contexto no es casual. Existe una brecha de género entre quienes se dedican a la labor de investigación científica y tecnológica.
En el país, 57% de las personas que laboran en investigación son hombres, y 43%, mujeres, detalla el el informe Estado de la Ciencia, Tecnología e Innovación 2014 .
Sin embargo, el relevo generacional será femenino. El 73,7% de las investigadoras tiene 55 años o menos, en contraste con el 56,9% de los hombres.
“Esto perfila a las mujeres como un grupo más pujante”, augura el estudio.