Al salir de nuestro planeta, los astronautas sobrepasan la capa de ozono que nos protege de la radiación solar. ¿Quiere decir esto que necesitan más protección contra los rayos ultravioleta que quienes estamos en la Tierra?
Si la recomendación para los terrícolas es reaplicarse bloqueador solar cada dos o tres horas, ¿cómo será si trascendemos las fronteras planetarias? La Asociación Nacional de Química de Estados Unidos se dio a la tarea de explicar esto en un video.
Según dicha producción, los rayos ultravioleta tienen el poder de “arrancar” los electrones de las moléculas y causar “estragos químicos”.
Si la radiación UV "toca" una porción de ADN, esa molécula de ADN puede romperse y causar mutaciones en las células que podrían llevar al cáncer de piel.
En el espacio hay mucho menos atmósfera, entonces es fácil pensar que los astronautas deberían necesitar aún más de un buen bloqueador. Sin embargo, esto no es así, porque tanto los trajes espaciales como las nubes poseen componentes que frenan esta radiación.
Los especialistas mencionan que la verdadera preocupación de los astronautas no es la radiación ultravioleta, sino las partículas subatómicas que tienen alta energía o los rayos gamma. Esta energía también es producida por el Sol.
En la Tierra, los humanos realmente no debemos preocuparnos por esta radiación espacial, porque más allá de la capa de ozono, el planeta tiene otro escudo “antiradiación": su campo magnético, que desvía esas pequeñas partículas.
Los astronautas usualmente viajan a sitios cubiertos por nuestro campo electromagnético y –por ahora– tampoco tendrían ese problema.
LEA MÁS: Astronautas de Soyuz contaron la experiencia de su aterrizaje de emergencia
Llegar a Marte
El video señala que el principal problema se daría en viajes mayores, que sobrepasen nuestro campo magnético, por ejemplo, cuando se pueda llegar a Marte.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) y otras agencias espaciales buscan formas para poder repeler la radiación gamma y de otras partículas, aunque aún no tienen resultados concluyentes.
La mejor forma de crear una barrera es con algo de un tamaño similar. Eso quiere decir que el hidrógeno, cuyo núcleo es de solo un protón (partícula con carga positiva), sería un muy buen escudo ante las partículas cargadas de energía en el espacio. Ello, a pesar de que el hidrógeno es el elemento más pequeño.
Lo anterior es una buena noticia para los viajes espaciales, porque el hidrógeno tiene un peso muy liviano y no se necesita ir con mucho al espacio. Además está presente en el agua que de por sí llevan los astronautas para sobrevivir.
Una idea que se ha propuesto es construir una especie de búnker que esté detrás de una capa de agua y los astronautas puedan ocultarse allí en caso de tormentas solares.
Los plásticos también contienen mucho hidrógeno, entonces, créanlo o no, un escudo de plástico sería una forma muy viable de lidiar con radiación potencial, piensan los científicos.
Pero, no todo es tan fácil de resolver, pues cualquier escudo físico, inclusive de plástico muy liviano, aumentaría el peso de la nave espacial y eso dificultaría su lanzamiento hacia el espacio.
LEA MÁS: Astronautas que regresan a la Tierra sufren cambios en la estructura de sus ojos