San José
Desde un laboratorio que está en órbita a más de 300 kilómetros sobre la superficie de la Tierra la astronauta china Wang Yaping tomó un aro de metal, lo introdujo en una bolsa llena de agua y al sacarlo, el agua adoptó una consistencia gelatinosa y permaneció incrustada en el aro sin derramarse.
“Aquí es donde la magia ocurre”, fue lo que les dijo Yaping a cerca de 60 millones de estudiantes chinos y sus profesores que presenciaron en la Tierra la primera clase impartida en vivo desde el espacio.
Yaping y sus dos compañeros Nie Haisheng, Zhang Xiaoguang salieron el pasado 11 de junio rumbo al espacio como parte de la misión Shenzhou-10.
A bordo del módulo Tiangong-1 Yaping –quien es las segunda mujer china en viajar al espacio– les mostró a sus jóvenes compatriotas lo que sucede con un líquido tan común como el agua ante la ausencia de gravedad en el espacio.
Esta es la primera vez que China transmite una videoconferencia desde el espacio y según informó el canal de televisión estatal CCTV, en Pekín se acondicionó un salón especial en la Escuela Secundaria Afiliada a la Universidad Renmin para que 330 estudiantes pudieran observarla e interactuar con los astronautas.
Los científicos r ealizaron experimentos básicos de física para demostrar el movimiento de los objetos y la tensión que sufren los líquidos en el espacio.
Yaping demostró como el agua líquida en el aro de acero sufre tanta tensión que se convierte en una membrana rígida capaz de atrapar objetos.
La misión Shenzhou-10 estará en el espacio durante quince días durante los cuales se realizarán experimentos médicos y técnicos.