En la era del smartphone , el romance ha llevado a los amantes en EE. UU. a confiar algo más íntimo que la piel y el sentimiento: 67% le han compartido la contraseña de una –o varias– de sus cuentas en línea a su pareja.
Así se desprende del informe Parejas, Internet y los medios sociales, divulgado ayer por el Centro de Investigación Pew.
Además, 27% de parejas firmes en ese país comparten la misma cuenta de correo electrónico y, 11%, el mismo perfil en su red social favorita. Tanto amor, eso sí, tiende a ser desigual según la antigüedad de la relación.
Quienes han estado casados o son pareja hace 10 años o menos, difieren en sus hábitos digitales respecto a parejas con más años, explica Amanda Lenhart, una de las autoras de la investigación. Es así pues el avance de las redes sociales y smartphones ganaron fuerza desde hace una década.
“Quienes ya estaban con pareja estable durante el advenimiento de una nueva plataforma social o tecnológica, fueron más propensos a saltar juntos, como unidad, en esa nueva experiencia digital” , explica Lenhart.
En cambio, quien inició su relación cuando ya tenía correo electrónico y perfil social propios, hoy tiende a seguir usándolos por separado; sin diluir su “yo” digital en un “nosotros” virtual.
El 27% de adultos en línea que están casados o en relaciones consolidades creen que Internet impacta en algún grado sus vínculos y la mayoría juzga que positivamente. Sin embargo, la tecnología también se percibe como fuente de discordia en algunos casos: el 25% de usuarios de celulares creen que el teléfono distrae a su cónyuge o pareja cuando están juntos.
Gran parte de esa tensión proviene de cómo irrumpe la tecnología en la relación, pero es difícil saber cuánto de ello es síntoma de problemas de pareja y cuánto es la tecnología, explicó ayer Lenhart tras una consulta por correo electrónico remitida por La Nación .
La experta evalúa como positivo el aporte de la tecnología al amor.
“La tecnología permite a las personas la oportunidad de conocer a su pareja en sitios de citas en línea o ayuda a las parejas a estar más conectados si la distancia los separa”, apuntó la investigadora.
Pasión por teléfono. Tanto influye que hasta enciende pasiones.
La práctica de enviar imágenes o videos con desnudos sugestivos es tan común entre solteros como entre personas enamoradas.
El sexting ( anglicismo para referirse al envío de mensajes eróticos desde celulares) creció entre general de 6% en el 2012 a 9% el año anterior, indica la investigación.
Además, 20% de adultos recibieron mensajes de este tipo el año anterior. En el 2012, fueron 15%.
El informe se basa en entrevistas telefónicas que hizo la firma Princeton Survey Research Associates International del abril 17 al 19 de mayo del 2013. La muestra de 2.252 adultos mayores de 18 años tiene un margen de error de más o menos 2,3 puntos porcentuales.