Ante los nacimientos y fallecimientos de niños nacidos de embarazos múltiples, las reacciones en el país son variables y contradictorias.
Algunos argumentos se fundamentan desde la ley; otros, desde la ciencia, la economía, la política y la religión.
Como es de esperar, la mayoría de los padres de gemelos, trillizos y cuatrillizos reconocen que el parto y la crianza de estos niños son experiencias atípicas llenas de aventuras y de retos, especialmente económicos.
Sobre esto, Ariel Pérez , especialista en reproducción asistida de la Clínica Fecundar, comentó, el 19 de marzo de este año en el perfil de Facebook abierto al público ‘Dosomas’: “Hay que quitar el miedo y prejuicio al embarazo múltiple.
”Debemos trabajar para que la población costarricense sea consciente (sobre todo, los esposos) de que tener gemelos o trillizos es una bendición, no un problema. Yo soy padre de gemelos y soy un padre feliz y orgulloso”, añadió en esta página web donde 167 miembros conversan sobre gemelos, trillizos y cuatrillizos.
Según Pérez, solo uno de cada cinco embarazos logrados gracias a técnicas de reproducción asistida da como resultado gemelos o trillizos. “Es un efecto colateral que no podemos controlar ni evitar (no lo hacemos al propio), pero nosotros, los padres de niños múltiples, sí los podemos disfrutar”, aseguró.
Desde fuera, otros expertos como el director del Colegio de Médicos , Alexis Castillo, aseguran que es necesario evaluar la situación actual. “Desde la fiscalía del Colegio de Médicos vamos a hacer una investigación para determinar cuáles son las causas por las cuales están naciendo cuatrillizos en el Calderón Guardia y estamos esperando sextillizos en el Hospital México y que haya otros cuatrillizos más”, dijo.
“El Colegio apoya la fecundación in vitro como técnica provida y opción para parejas que lo deseen, siempre que se realice de acuerdo con la normativa. Actualmente, solo se permite implantar dos óvulos fecundados, de modo que no nacerían más que gemelos. En otros países, se ha mejorado la técnica y se está llegando a tal precisión que a veces solo se implanta uno porque se tiene la certeza de que va a ser efectivo. En el país no se puede hacer y, por tanto, no se ha avanzado en ese conocimiento”, detalló.
Castillo agrega que, en el caso de la inseminación, lo que se hace es que se trabaja con la inducción hasta de cinco folículos ovulatorios de 17 milímetros de diámetro: “En ese caso, si se insemina, hay un 90% de posibilidad de tener al menos un bebé, pero si son más de cinco folículos, no debería inseminarse porque la posibilidad de parto múltiple es muy alta y atenta contra la salud de madre y bebés. Lo que se hace es otro ciclo al siguiente mes. Claro, requiere una inversión, pero es lo correcto”.
Por su parte, Gerardo Escalante, pionero de la técnica de fecundación in vitro en el país, ha dicho a La Nación que un parto múltiple es un fracaso de la técnica reproductiva porque pone en riesgo la vida de todos.
“Tenemos la institución colapsada. No puede ser posible que nazca un prematuro de parto natural y no se tenga campo para darle atención. Estos partos múltiples comprometen en demasía la atención a los bebés”, concluye el director del Colegio de Médicos Alexis Castillo.
Según el médico Carlos Torres, cerca del 98% de los niños que son resultado de un parto múltiple nacen antes de los nueve meses y requieren intervención médica especializada para terminar de formarse y sobrevivir. Estos pueden pasar hasta 13 semanas en una incubadora con alimentación intravenosa.
En el país laboran unos 17 médicos ginecólogos u obstetras especializados en el área de reproducción humana.
En Costa Rica se permite la reproducción asistida mediante la inseminación artificial y la transferencia de gametos.
Una historia diferente ocurre con la fecundación ‘in vitro’ (FIV). Esta se aplicó en el país de 1995 hasta el año 2000, cuando fue declarada inconstitucional por considerar la Sala IV que “atenta contra la vida y la dignidad humana”.
Actualmente el país está obligado a aprobar una ley que la permita y regule. Sin embargo, variables económicas, ideológicas y religiosas mantienen en pausa la aprobación de esa normativa.
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