Lima. En lo que es la costa de Perú vivió hace 42 millones de años el más antiguo ancestro conocido de las ballenas del Pacífico.
Así lo reveló el reciente hallazgo de los restos fósiles de una ballena primitiva bautizada como Peregocetus pacificus.
Investigadores de la Federación de Sociedades de Biología Experimental de Estados Unidos determinaron que este y otros ancestros de los actuales cetáceos llegaron a la región por el Atlántico sur, procedentes de África y Asia.
De hecho es en India y Pakistán donde se han encontrado los más antiguos fósiles de cetáceos, los que datan de hace más de 50 millones de años.
Debido al registro fósil relativamente fragmentario en ambos lados del Atlántico norte, había dudas sobre el camino que tomaron para llegar al Nuevo Mundo y sus habilidades de locomoción, pero gracias a la descripción del Peregocetus pacificus, procedente de depósitos del Eoceno medio (42,6 millones de años) de la cuenca del Pisco, que se caracteriza por su riqueza en fósiles, los investigadores pudieron hacerse una idea de cómo fue esta expansión por el planeta.
Los resultados fueron presentados esta semana por un equipo liderado por Olivier Lambert durante la reunión anual de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados de Estados Unidos.
Sorprendente
El Peregocetus medía unos cuatro metros de longitud y era más parecido a un dinosaurio que a una ballena.
La importancia de este animal primitivo hallado en Perú radica en su conservación, ubicación y edad.
“El descubrimiento de esta nueva ballena cuadrúpeda por nuestro colega peruano Mario Urbina fue una gran sorpresa para todos nosotros. Cuando vimos que la mayoría de los elementos de las extremidades anteriores y posteriores se conservaron (!incluso una rótula y falanges con marcas de pequeños cascos¡) nos dimos cuenta de que este era un hallazgo importante”, afirmó Lambert.
La muestra también incluye mandíbulas, dientes, vértebras, escápulas, pelvis y muchos elementos de las extremidades anteriores y posteriores.
Estas primeras ballenas casi alcanzaron paulatinamente una distribución global gracias a una combinación de habilidades de locomoción terrestre y acuática menos de 10 millones de años después de su origen en el sur de Asia.
Peregocetus probablemente usó sus extremidades posteriores, provistas de pies palmeados grandes, probablemente con dedos largos, para la locomoción bajo el agua.
Estas características también sugieren que moverse en tierra no habría sido fácil. No obstante, aunque pasaba buena parte de su existencia en el mar lo más probable es que utilizase la costa rocosa para descansar. Este descubrimiento no es el primer hallazgo fósil sorprendente de la cuenca del Pisco en Perú.
“La cuenca del Pisco es una región increíble para estudiar el desarrollo de los mamíferos marinos y otros vertebrados marinos. Con rocas que cubren un intervalo de aproximadamente 45 millones de años, podemos seguir la historia de muchos linajes”, dijo Lambert. GDA/El Mercurio/Chile