La NASA ya seleccionó las primeras investigaciones e instrumentos científicos para cuando los astronautas regresen a la Luna a hacer caminatas y trabajar en la zona cercana al polo sur de nuestro satélite. Eso ocurrirá durante la misión Artemisa III, prevista para 2026, un año después de Artemisa II.
De acuerdo con un comunicado enviado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) la intención es recolectar datos sobre el ambiente lunar, en torno al interior de la Luna y sobre cómo sostener la presencia de humanos a largo plazo en estas condiciones. Esto ayudará a preparar el eventual envío de astronautas a Marte.
Estos estudios llevarán a cabo tres de los objetivos de la misión Artemisa:
- Entender los procesos planetarios.
- Comprender el carácter y el origen de los volátiles polares de la Luna, sitios donde se cree que se alberga agua.
- Investigar y mitigar futuros riesgos de la exploración espacial.
Estas investigaciones y sus objetivos se escogieron específicamente por las necesidades que tendrán los astronautas durante las caminatas lunares y lo que pueden alcanzar.
Los trabajos, en detalle
Estas son las tres principales investigaciones científicas que se harán durante Artemisa III y sus instrumentos:
La estación de monitoreo del ambiente lunar (LEMS, por sus siglas en inglés). Es un sismómetro autónomo que brindará un monitoreo continuo a largo plazo del ambiente sísmico para detectar “lunamotos” en la región del polo sur. Este instrumento también caracterizará la corteza y el manto lunar y dará información valiosa de la formación del satélite y su evolución. Se diseñó para operar entre tres meses y dos años, y podría convertirse en una futura estación clave para el estudio de la geofísica lunar.
Efectos lunares en flora agrícola (LEAF, por sus siglas en inglés). Investigará cómo la superficie de la Luna afecta los cultivos en el espacio. Será el primer experimento que observará la fotosíntesis, crecimiento y respuesta al estrés de las plantas en la gravedad parcial y radiación espacial de la Luna. Se recolectarán datos del crecimiento y desarrollo de la planta. Esto permitirá a los científicos saber si pueden usarse plantas para la alimentación de astronautas y para saber cómo se desarrolla la vida en el polo sur lunar.
Analizador dieléctrico lunar (LDA, por sus siglas en inglés). Este medirá el campo magnético de la Luna para buscar los volátiles lunares, especialmente de hielo. Esto ayudará a saber sobre la estructura de la subsuperficie lunar, la rotación lunar y buscará posibles depósitos de hielo.
“Estas tres investigaciones serán nuestra primera oportunidad, desde las misiones Apolo, de ver las capacidades de los exploradores humanos para transformar la ciencia lunar”, manifestó Joel Kearns, subadministrador de exploración de NASA.
Las misiones Artemisa
Las misiones Artemisa son la nueva propuesta de la NASA para explorar, 50 años después de las misiones Apolo, las características de la Luna. Esto también servirá como preparación para eventuales viajes a Marte.
La misión Artemisa I fue en noviembre del 2022. En aquel entonces, el cohete Orión, sin tripulación humana, llegó cerca de la superficie lunar y la fotografió como nunca antes. Además, en esta misión se fue lo más lejos y profundo del espacio que ha llegado una nave espacial.
Antes de viajar nuevamente al espacio, la NASA trabaja en solventar los desafíos que se vieron con Artemisa I. Los diferentes equipos de científicos corrigen un defecto en las baterías y trabajan con componentes de circuitos que son responsables del control de ventilación y temperatura de la nave.
También se investiga y corrige la pérdida de algunas piezas del escudo protector del calor que se dio con Artemisa I. Los científicos buscan entender los fallos, ver el escudo, probarlo, evaluar los datos de los sensores y de las imágenes.
Artemisa II está prevista para setiembre de 2025. Allí, los astronautas surcarán la superficie de la Luna y la sobrevolarán, pero no pisarán el suelo. Aquí se verá cómo los seres humanos resisten el viaje en la nave Orión y se harán experimentos científicos.
Jim Free, administrador asociado de la NASA, indicó en enero pasado que se tienen varios objetivos:
- El sistema inicial de alunizaje para humanos.
- La demostración a la tripulación de cómo será esta llegada a la superficie lunar.
- Mejorar el sistema de poder y de propulsión para llegar a la Luna con mayor eficiencia.
- Mejorar el lanzamiento para que toda la carga, el equipo y los seres humanos puedan viajar en un único lanzamiento.
En abril de 2023, la NASA presentó a los cuatro astronautas que volverán a la Luna.
Artemisa III está prevista para 2026. Esta es una misión más ambiciosa, por ello ya se presentaron las investigaciones. También incluye hacer varias caminatas espaciales. Estos son los retos:
- Mejorar la propulsión de la nave.
- Estudiar para tener más días de misión.
- Probar lo necesario para que los trajes espaciales resistan más tiempo en caminatas lunares.
- Módulos y robots que resistan las características de la Luna.
Finalmente, la misión Artemisa IV, que establecería una base lunar, se mantiene para el 2028, probablemente en el mes de setiembre.