La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) reveló el hallazgo de moléculas orgánicas en rocas sedimentarias de tres mil millones de años en la superficie marciana.
Asimismo, informó de que se detectaron variaciones estacionales en los niveles de metano en la atmósfera de Marte, indicadores que sugieren que el planeta rojo pudo haber albergado vida.
Las pruebas fueron encontradas por el explorador Curiosity de la NASA y los detalles de la investigación aparecerán en la edición de este viernes 8 de junio, en la revista especializada Science.
La NASA explicó en un comunicado de prensa “que las moléculas orgánicas contienen carbono e hidrógeno, y también pueden incluir oxígeno, nitrógeno, además de otros elementos y que, si bien comúnmente se asocian con la vida, las moléculas orgánicas también pueden ser creadas por procesos no biológicos, pero no son necesariamente indicadores de la vida”.
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Aunque por el momento no se ha determinado el origen de las mencionadas moléculas, el autor principal de una de las investigaciones, Jen Eigenbrode del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA explicó que, “ya sea que se tenga un registro de vida antigua, haya sido alimento para la vida o haya existido en ausencia de vida, la materia orgánica en los materiales marcianos contiene pistas químicas sobre sus condiciones y sus procesos planetarios”.
Por otro lado, el hallazgo del metano que se abordará en otra publicación, también en la revista Science, detalla variaciones estacionales del metano en la atmósfera de Marte.
La presencia de metano, que a menudo es una señal de actividad biológica, proviene del planeta y podría almacenarse en las placas de hielo debajo de la superficie, detalló la agencia AFP.
La observación de ese fenómeno se realizó durante casi tres años marcianos, que equivalen a seis años terrestres.
Chris Webster del Laboratorio de Propulsión a Chorro(JPL) de la NASA, ubicado en Pasadena, California explicó que: “Esta es la primera vez que vemos algo repetible en la historia del metano, por lo que nos ofrece una oportunidad para entenderlo”.
Para realizar la investigación, el rover Curiosity perforó rocas sedimentarias conocidas como mudstone que ubicó en cuatro áreas en Gale Crater. Las muestras de roca fueron analizadas por el conjunto de instrumentos de análisis de muestras del mencionado rover en Marte (SAM, por sus siglas en inglés).
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Este sistema utiliza un horno para calentar las muestras (a 500°Celsius) y así logra liberar moléculas orgánicas de la roca.
SAM midió pequeñas moléculas orgánicas que salieron de la muestra de lodo: fragmentos de moléculas orgánicas más grandes que no se vaporizan fácilmente, informó la agencia espacial estadounidense.
Asimismo, los resultados también indican “concentraciones de carbono orgánico del orden de 10 partes por millón o más. Esto está cerca de la cantidad observada en los meteoritos marcianos y aproximadamente 100 veces mayor que las detecciones previas de carbono orgánico en la superficie de Marte”, concluyó NASA.