El telescopio Hubble de la NASA logró captar la estrella más lejana que hasta el momento ha podido verse. Los científicos la bautizaron como Earendel y está a 12,9 mil millones de años luz de la Tierra; en otras palabras, su luz duró 12.900 millones de años para llegar a ser vista.
Su nombre tiene historia: Earendel significa “estrella de la mañana” en inglés antiguo.
Los astrónomos están impactados con el hallazgo, pues Earendel data de los primeros mil millones de años de formación del universo. De acuerdo con el comunicado de la NASA, el universo en ese entonces tenía el 7% de la edad que tiene hoy.
“Al principio casi no lo creímos, estaba mucho más lejos que el objetivo más distante visto anteriormente”, dijo en un comunicado de prensa Brian Welch, astrónomo de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Estados Unidos, y uno de los descubridores.
El hallazgo fue publicado la mañana de este miércoles en la revista científica Nature y es la culminación de un estudio de años. El descubrimiento se hizo a partir de datos recopilados durante el programa Estudio de la reionización con lentes gravitacionales en cúmulos (RELICS, por sus siglas en inglés) del Hubble, dirigido por el coautor del estudio Dan Coe, en el Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial (STScI, por sus siglas en inglés).
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Con esto se rompe un récord obtenido en 2018, cuando el propio Hubble detectó a Icarus, una estrella cuya luz demoró de 5.000 a 9.000 millones de años en llegar a la Tierra.
Pero, más allá de una marca histórica, el hallazgo de Earendel también supone una nueva línea de investigación sobre los orígenes del universo y la formación de estrellas en los primeros millones de años del universo.
“Earendel existió hace tanto tiempo que es posible que no haya tenido todas las mismas materias primas que las estrellas que nos rodean hoy en día”, explicó Welch.
“Estudiarla será una ventana a una era del universo con la que no estamos familiarizados, pero que condujo a todo lo que conocemos. Es como si hubiéramos estado leyendo un libro muy interesante, pero comenzamos con el segundo capítulo, y ahora tendremos la oportunidad de ver cómo comenzó todo”, añadió.
La composición de Earendel será de gran interés para los astrónomos en los años venideros, ya que se formó antes de que el universo se llenara con los elementos pesados producidos por las sucesivas generaciones de estrellas masivas.
Si los estudios de seguimiento encuentran que Earendel está compuesta solamente de hidrógeno y helio primordiales, sería la primera evidencia de las llamadas estrellas de Población III, que son consideradas las primeras estrellas nacidas después del Big Bang. Esta probabilidad es pequeña, pero Welch admitió que, de todos modos, es tentadora y aumenta su curiosidad.
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Las estrellas se alinearon con la tecnología
Un nuevo récord: ¡@NASAHubble observó la estrella individual más lejana jamás vista!
— NASA en español (@NASA_es) March 30, 2022
"Earendel" emitió su luz durante los primeros mil millones de años de nuestro universo.
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El asombro de Welch y su equipo no era para menos: descubrir una estrella individual a una distancia tan lejana es casi misión imposible.
“Normalmente, a estas distancias, las galaxias enteras se ven manchas pequeñas, donde se mezcla la luz de millones de estrellas”, puntualizó el astrónomo.
El equipo de investigación estima que Earendel tiene al menos 50 veces la masa de nuestro Sol y es millones de veces más brillante, puede rivalizar con las estrellas más masivas que se conocen. No obstante, incluso una estrella tan brillante y de gran masa sería imposible de ver a una distancia tan grande.
¿Entonces, qué sucedió para que pudiera detectarse una de forma tan clara? Es una combinación de alta tecnología del Hubble y de la suerte de estar captando ese lugar en el momento preciso, cuando la propia naturaleza tenía una “lupa” activada.
Según explica la NASA, el aumento natural lo produce un cúmulo de galaxias llamado WHL0137-08, que se encuentra entre la Tierra y Earendel. La masa del cúmulo de galaxias deforma el tejido del espacio, creando una especie de “lente de aumento” que distorsiona y amplifica enormemente la luz de los objetos distantes que están detrás del cúmulo.
Es así como la estrella Earendel aparece directamente sobre (o muy cerca de) una ondulación en el tejido del espacio. Esta ondulación, que se define en óptica como una “cáustica”, proporciona el máximo aumento y brillo. Esa ondulación es lo que sucede, por poner un ejemplo, cuando en un día soleado y despejado vemos el sol reflejado en una piscina: las ondulaciones del agua en la superficie actúan como lentes y enfocan la luz solar al brillo máximo en el fondo de la piscina. Lo mismo sucede con las galaxias (que serían el agua) y Earendel (el brillo del sol).
“La galaxia que alberga esta estrella ha sido ampliada y distorsionada por lentes gravitacionales en una larga media luna que llamamos el Arco del Amanecer”, especificó Welch.
Todo este fenómeno hace que Earendel sobresalga del resplandor general de su galaxia de origen. Su brillo se magnifica mil veces o más. Por ello, en este momento es difícil saber si tiene una estrella al lado, aunque, como la NASA indica en su página web, es normal que una estrella grande tenga una más pequeña a su lado.
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¿Qué sigue?
El hallazgo de esta estrella marca muchas investigaciones conjuntas para la NASA y diferentes institutos de investigación. Los astrónomos esperan que Earendel permanezca muy magnificada en los años venideros. Es por ello que asignaron un proyecto, Earendel será observada por el telescopio espacial James Webb de la NASA, que es más potente que el Hubble.
Se escogió este telescopio porque la alta sensibilidad del Webb a la luz infrarroja es necesaria para aprender más sobre Earendel, porque su luz estelar se estira (se desplaza hacia el rojo) a longitudes de onda infrarrojas más largas debido a la expansión del universo.
“Con James Webb esperamos confirmar que Earendel es de hecho una estrella, así como medir su brillo y temperatura”, dijo Coe en el comunicado.
“También esperamos encontrar que el Arco del Amanecer carece de los elementos pesados que se forman en las generaciones posteriores de estrellas. Esto sugeriría que Earendel es una estrella rara, masiva y pobre en metales”, agregó.
Pero, además, la investigación con este telescopio hará que puedan estudiarse otras estrellas.
“Con Webb, podemos ver estrellas incluso más lejanas que Earendel, lo que sería increíblemente emocionante. Iremos tan atrás como podamos. Me encantaría ver a Webb romper el récord de distancia de Earendel”, concluyó Welch.