Una inusual estructura anatómica en el cerebro del físico Albert Einstein sería la responsable de su notable inteligencia, según describió un estudio en conjunto de varias universidades en China y los Estados Unidos.
De acuerdo con los investigadores, el cuerpo calloso del cerebro de Einstein presentaba un grosor mayor al que se suele encontrar en otros seres humanos.
Este cuerpo calloso es un conjunto de fibras nerviosas que conectan los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro, y facilita la comunicación entre ambos.
La investigación, publicada en la revista Brain revela que Einstein tenía conexiones nerviosas más extensas entre uno y otro hemisferio, en comparación con hombres de mayor y menor edad.
Este se llevó a cabo con el desarrollo de una nueva técnica, creada en el Departamento de Física de la Universidad Normal del Este de China. El nuevo sistema permite medir y codificar por colores los grosores de cada fibra que conforma el cuerpo calloso.
Los distintos grosores indican cuántos nervios constituyen la fibra y el cuerpo calloso. Esto permite tener una idea de cuán conectados están ambos hemisferios.
Además, la estructura del cuerpo calloso en el cerebro de Einstein se comparó con la de 15 adultos mayores, y 52 hombres de 26 años. A esa edad, Einstein publicó los cuatro reportes que sentaron las bases de la física moderna.
Según Dean Falk, antropóloga evolucionista de la Universidad de la Florida, el estudio se adentra más que cualquier otro previo en el cerebro de Einstein, dando información adicional a lo que ya se conoce sobre su superficie.
Según Falk, la nueva técnica permitirá a otros investigadores ahondar en el estudio de las conexiones internas del cerebro.