MADRID. AFP Una copa expuesta en la basílica de San Isidoro de León, en el norte de España, ha sido víctima de su éxito desde que unos investigadores aseguraron que se trata del Santo Grial, el legendario cáliz utilizado por Cristo en la última cena.
Se trata del conocido hasta ahora como cáliz de la infanta Doña Urraca, hija de Fernando I el Grande, rey de León de 1037 a 1065.
El hallazgo en 2011 de dos pergaminos egipcios, conservados en la biblioteca de la Universidad Al-Azhar de El Cairo, y tres años de investigación llevaron a los historiadores Margarita Torres y José Miguel Ortega del Río a afirmar que tras el cáliz de Doña Urraca, formado por dos copas de ónice, unidas por un nudo de oro ricamente ornado con piedras preciosas, se oculta el Santo Grial .

Solo su parte superior, una copa romana de ágata, explica Torres, constituye la venerada reliquia que permaneció siete siglos en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, de donde fue llevada a El Cairo en el siglo XI por el califa fatimí.
El motivo fue la grave hambruna que se abatió sobre Egipto en 1054, explican en un libro titulado Los reyes del Grial .
“La copa que se encuentra en la basílica de San Isidoro desde el siglo XI es el cáliz que desde el siglo IV o V las comunidades cristianas de Jerusalén consideraban como el cáliz de la última cena”, explicó Torres.
Reacciones. El anuncio de que el Santo Grial está allí ha disparado el número de visitantes a la zona, pero también el escepticismo sobre si se trata de la auténtica copa que usó Cristo. “Hay gente escéptica, y hay gente que viene un poco con la curiosidad de conocer un poco más la investigación... y luego otra gente (...) que se ha acercado desde el punto de vista religioso”, dice Raquel Jaén, directora del museo.
La afluencia de público obligó a retirar este lunes el cáliz de la sala donde estaba expuesto para buscarle un sitio más apropiado.
Carlos de Ayala, historiador medievalista, asegura que el Grial “es una invención literaria del siglo XII, sin fundamento histórico. No se puede buscar lo que no existe”.
De la misma manera, la experta en arte medieval del Centro Superior de Investigaciones Científicas Therese Martin aseguró que “entre medievalistas se suelen entender las leyendas sobre el Grial de manera simbólica más que histórica”.
No obstante, admite que quizá el nuevo libro podría reveler nuevas fuentes que hayan podido pasar inadvertidas hasta la fecha.
“Es irrelevante para la fe que sea auténtica o no”, afirma Antonio Trobajo, vicario episcopal de la Diócesis de León, que recuerda que como creyente va a “seguir creyendo no en el objeto, sino en la persona en la que creo que fue Jesús”
Objeto de todo tipo de leyendas, solo en Europa existen unos 200 supuestos santos griales, incluido uno en la catedral de Valencia, que usó Benedicto XVI en la celebración de una eucaristía en 2006.