Isla San Lucas, Puntarenas. Después de dos semanas de excavaciones, un equipo de investigadores del Museo Nacional y de la Universidad de Miami, EE.UU., hallaron ocho esqueletos en la isla San Lucas, ubicada en el Golfo de Nicoya.
Los hallazgos refuerzan la teoría de que en este sitio –en donde funcionó una penitencia desde 1873 a 1991–, existió un cementerio donde fueron enterrados sus prisioneros y guardias.
Estos descubrimientos se suman a un hallazgo realizado en enero del 2008, cuando los expertos encontraron el esqueleto completo de un guardia que fue asesinado de un disparo en la cabeza.
Según explicó el arqueólogo del Museo Nacional Juan Vicente Guerrero, el excelente estado de conservación de los esqueletos permite a los investigadores plantear interesantes conclusiones preliminares.
Por ejemplo, pareciera que la disposición del cuerpo en los entierros se hacía de la forma tradicional, pues en uno de los esqueletos se constató que uno de los esqueletos tenía una mano sobre el pecho y la otra sobre el abdomen. Además, se hallaron junto a él, algunos clavos que podrían pertenecer a un ataúd.
Este mismo esqueleto fue encontrado con unos botones sobre su pecho y cintura, piezas que probablemente pertenecían a una camisa o a un pantalón. También se halló una hebilla de faja cerca del cuerpo en cuestión.
El cráneo de este esqueleto presenta un hoyo en la parte derecha, lo que parece indicar que murió de un golpe en la cabeza, destacaron los especialistas.
Además, los científicos hallaron dos conjuntos de cuerpos fragmentados. De uno de ellos solo se halló la porción que corresponde desde la altura de la pelvis hasta la pierna, es decir, únicamente la mitad inferior.
Para los especialistas, esto hace suponer a los investigadores que hubo varios enterramientos uno sobre el otro. “Es posible que en algún momento se haya perdido el rastro del cementerio y entonces enterraron cuerpos encima de otros que ya estaba sepultados”, explicó el científico Guerrero.
La antropóloga forense de la Universidad de Miami Mónica Faraldo encontró algunas pistas luego de una observación preliminar de los huesos.
El desgaste en el tejido óseo, por ejemplo, en las vértebras y unas estrías en las rótulas –huesos de la rodilla– parecen indicar que estas personas fueron sometidas a trabajos pesados”, dijo la especialista.
Con respecto a la edad de estos hombres, la antropóloga calcula que se trataba de adultos jóvenes posiblemente entre los 25 y 40 años.
Además, la presencia de caries y la pérdida de muchas piezas dentales podría indicar que su dieta era alta en azúcar.
Mística prisión. Según explicó la historiadora del Museo Nacional Gabriela Villalobos, esta ivnestiagción es un esfuerxo interdisciplinario por contar la verdadera historia de la prisión de San Lucas.
“Existen muchas historias de terror y de violencia alrededor de este sitio y si bien no las estamos subestimando, es necesario realizar un proyecto científicos riguroso para reconstruir los hechos y las historias de los personajes que estuvieron recluídos ahí”.