Los Ángeles. AP. El arte y la tecnología podrían devolver, en forma simulada y solo los domingos, las enormes estatuas desaparecidas de Buda al valle de Bamiyán en Afganistán. Esto se deberá a la iniciativa de un artista que pretende levantarlas con las imágenes multicolores del láser.
En marzo del 2001, el régimen talibán destruyó las obras de 1.600 años de antigüedad colocadas en los peñascos de ese valle, a pesar de las protestas y el horror del mundo por la suerte de esos tesoros arqueológicos.
Ahora, el artista Hiro Yamagata planea conmemorar a los dos budas proyectando imágenes multicolores de láser en la superficie arcillosa de los peñascos, frente a los cuales se alzaban las estatuas en nichos cavernosos.
"Estoy haciendo una obra de arte. Ese es mi propósito: no por los derechos humanos ni en apoyo de la religión ni como declaración política", dijo el artista de 58 años, cuyos otros trabajos en láser se incluyen en una muestra en el Museo Guggenheim de Bilbao.
El objetivo es que, en la oscuridad del desierto, 14 sistemas de láser proyecten 140 imágenes de estatuas superpuestas a lo ancho de 6,5 km sobre peñascos de Bamiyán.
Cada imagen cambiará continuamente de color y de forma, en tonos de neón de verde, rosa, naranja, blanco y azul.
Tendrán entre 40 y 55 metros de alto -el mismo tamaño que los budas originales-, lo cual contrastará con el austero valle rural de fondo, tierra devastada por la pobreza y la violencia, y de escaso suministro eléctrico.
Las imágenes serán transmitidas mediante paneles solares y molinos de viento.
Falta visto bueno. Funcionarios del Gobierno afgano tomaron contacto con Yamagata en el 2003 para hablar del proyecto y lo aprobaron condicionalmente el año pasado, pendiente del visto bueno de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La Unesco ha sido una presencia prominente en Bamiyán, evaluando los modos de preservar las pinturas murales ubicadas en torno de los budas.
La gobernadora provincial de Bamiyán, Habiba Sarobi, confió en que la Unesco pueda demostrar que los peñascos no serán dañados por los rayos láser de 80 a 100 vatios que se proyectarán todos los domingos por la noche durante cuatro horas.
"Si hay un modo de hacerlo sin consecuencias ambientales, lo apoyaremos ya que impulsará el turismo, y las imágenes nos recordarán cómo se veían los peñascos", dijo Sarobi.
Cartas enviadas al artista Yamagata por expertos en física y química de la Universidad de Amberes y la Universidad Católica de Lovaina, ambas en Bélgica, detallaron que los rayos no afectarán los peñascos debido a los bajos niveles de potencia emitidos desde una distancia segura de entre 10 y 12 kilómetros.