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Al filo de la medianoche de este lunes 30 de enero, Costa Rica tuvo oportunidad de presenciar un fenómeno improbable en la gran bóveda del cielo nocturno como fue el ocultamiento visual de Marte por parte de la Luna, situada por estos días a unos 405.000 kilómetros de la Tierra: su máximo punto alejamiento conforme orbita nuestro planeta.
Alejandra León-Castellá, divulgadora de ciencia y directora de la Fundación Cientec, comentó que nuestro país tuvo la gran suerte de estar en un área muy específica del mundo donde se podía ver el fenómeno.
“Siempre han existido eclipses, pero es rara la ocasión cuando, a simple vista y hallándonos en la zona precisa, podemos ver nuestro satélite natural ocultar al planeta rojo que la ciencia ha seguido desde la antigüedad”, advirtió.
Para ella fue una ocasión especial verlo y fotografiarlo.
También lo hizo el fotoperiodista de La Nación Rafael Pacheco Granados, quien estaba en un punto preciso para capturar el proceso: Taras de Cartago.
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La usual neblina que suele posarse sobre esa localidad, aseguró, no apareció este lunes para obstaculizar el registro fotográfico del ocultamiento, que aseguró, fue todo un espectáculo.
“Sin neblina, fue relativamente fácil documentar el evento, porque básicamente era enfocar y tomar la Luna, algo que vengo haciendo desde hace algún tiempo”, explicó.
Lo complicado, añadió, fue capturar también al planeta que está a una distancia promedio de 56 millones de kilómetros, según literatura científica.
Para lograrlo, Pacheco Granados usó una cámara Canon EOS-1D X con un lente teleobjetivo de 400 milímetros y un extensor 2X, es decir, una distancia focal final de 800 milímetros, todo montado sobre un monópodo.
“No fue necesario usar trípode porque las exposiciones en este tipo de toma no son largas, más bien fueron de 1/250 de segundo, con la abertura máxima de 5,6 y el ISO en 400″, comentó.
Para él, fue “cautivador y emocionante” presenciar la desaparición “de ese puntito rojo del planeta en la parte oscura de la Luna, pero, sobre todo, verlo aparecer después de los justos 75 minutos en el otro extremo, debajo de la parte más brillante”.
Así lo manifestó mientras ya se prepara para aprovechar la Luna llena de esta semana, ocasión para sacar fotografías detalladas de la superficie.
El eclipse de octubre
De acuerdo con León-Castellá, cuando venga el eclipse del próximo octubre, la Luna no logrará ocultar del todo al Sol porque se encuentra lejana respecto a la Tierra.
“Esto quiere decir que el anillo de ese próximo eclipse durará alrededor de dos minutos. En cambio, el ocultamiento de Marte por la Luna de este lunes se extendió 75 minutos porque la Luna además estaba cerca de nuestro planeta y Marte estaba bien lejos, por eso duró bastante. Para los amantes de la astronomía, esto fue toda una gran función y prolongada”, concluyó.
Recordó que en 1991, cuando la Luna ocultó el Sol en un eclipse solar, la experiencia duró unos seis minutos.
