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Un estudio reciente del MIT sugiere que la atmósfera perdida de Marte podría estar atrapada en su corteza arcillosa. El planeta rojo no siempre fue el desierto frío que se observa hoy. Hace miles de millones de años, el agua fluyó por su superficie, lo que implicaba la existencia de una atmósfera espesa. Sin embargo, aproximadamente hace 3.500 millones de años, el agua desapareció y la atmósfera rica en dióxido de carbono se adelgazó.
El estudio, publicado en Science Advances, plantea que la arcilla en la corteza de Marte pudo secuestrar una parte significativa de su atmósfera. Los investigadores del MIT, Oliver Jagoutz y Joshua Murray, afirman que este fenómeno, observado también en la Tierra, podría haber provocado una reacción en las rocas del planeta que transformó el dióxido de carbono en metano, el cual quedó almacenado en las arcillas esmectitas de Marte. Este proceso podría explicar la pérdida del 80 % de la atmósfera primitiva del planeta.
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Además, el equipo sostiene que el dióxido de carbono atrapado en estas arcillas podría llegar a reutilizarse en el futuro como combustible para misiones espaciales entre Marte y la Tierra. En la Tierra, procesos similares han demostrado la capacidad de las arcillas para atrapar carbono, y se estima que una capa de arcilla marciana de 1.100 metros de profundidad podría contener una gran cantidad de metano, producto de la transformación del dióxido de carbono.
El estudio utiliza un modelo químico basado en la interacción de rocas ígneas ricas en olivino con agua, un proceso que habría ocurrido durante miles de millones de años en Marte. A medida que el olivino se transformaba en serpentina, se liberaba hidrógeno, que se combinaba con el dióxido de carbono, produciendo metano y contribuyendo al secuestro del carbono atmosférico.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La información fue proporcionada y revisada por un periodista para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
