La mayor parte de los tumores bucales no se detectan a tiempo y la mitad de los pacientes mueren debido a un diagnóstico tardío.
Este tipo de enfermedades es difícil de diagnosticar tempranamente debido a similitudes con otro tipo de males bucodentales. Muchas lesiones cancerosas en la boca, lengua o encías son pasadas por alto por los odontólogos debido a que estos tumores son asintomáticos en las fases iniciales y los pacientes ni siquiera se percatan de ellas.
Aunque el cáncer oral no es el más común en Costa Rica –solo hay 3,3 casos por cada 100.000 habitantes–, estos tumores aumentan entre la población adulta mayor de nuestro país, en la que la incidencia es de 400 por cada 100.000 habitantes. Las muertes por este tipo de cáncer llegan al 83%, si el tumor es muy fuerte, está disperso y no se detecta a tiempo.
Es por eso que 70 odontólogos de la Caja Costarricense de Seguro Social se capacitan para dar un diagnóstico oportuno y certero, y evitar muertes por detecciones tardías.
“Debemos entender que Costa Rica es un país donde la población adulta mayor es cada vez más grande. Si este tipo de tumores se detecta a tiempo, la supervivencia es de un 85%, pero sí se diagnostica tarde y los tumores están dispersos y son agresivos, la supervivencia es solo de un 17%”, según explicó la especialista Madeline Howard, investigadora en tumores bucales y docente de la Universidad de Costa Rica, quien imparte la capacitación.
Detección tardía. Por lo general, el cáncer bucal se detecta en etapas intermedias o avanzadas, lo que hace más difícil el tratamiento. La mitad de las muertes se debe a que el tumor se diagnosticó tarde y creció en forma incontrolada.
“Hay dos razones principales de este diagnóstico tardío. Por un lado, la enfermedad se presenta más en adultos mayores, muchos de ellos ya perdieron sus dientes y por eso no consultan tanto al odontólogo. Por otro lado, no hay suficiente educación en la población sobre esta enfermedad, entonces los pacientes no piden a los odontólogos que revisen para descartar tumores bucales”, agregó Howard.
Los síntomas de estos tumores incluyen problemas para mover la lengua o morder, sensación de boca “dormida”, ronquera y dolores en las encías y garganta. La capacitación busca que los odontólogos reconozcan los síntomas.