Un árbol de cedro amargo, de 25 metros de altura y más de cuatro metros de diámetro, plantado en Escobal, Atenas, Alajuela, será premiado hoy por el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) en el marco de la celebración nacional del Día del Árbol.
El cedro recibirá el premio al Árbol Excepcional 2008, como parte de un certamen creado en el 2003 por la junta directiva del INBio, en el que se escoge cada año una especie arbórea distinta.
Esta vez se decidió que se premiaría a un árbol de cedro amargo ( Cedrela odorata ) por considerar que esta es una especie cuya madera es muy bella, suave, liviana y fácil de trabajar, lo que la hace muy cotizada y, a la vez, vuelve vulnerable a la especie. Esta es una madera fina muy utilizada en la fabricación de guitarras y actualmente se considera como especie amenazada.
“Es un tipo de árbol muy arraigado entre los costarricenses porque casi todo el mundo conoce alguno o su madera porque la vio en la cama de los abuelos, que antes se hacían con cedro”, explicó Armando Soto, ingeniero botánico del INBio y jurado del concurso.
Este árbol está en una propiedad que pertenece a una familia desde hace tres generaciones. Hoy es una herencia en manos de la señora Aracelly Sánchez, pero quien plantó ese árbol fue su abuelo.
Sánchez fue quien propuso este árbol al concurso del INBio y alabó el servicio ambiental que este le brinda a la comunidad.
Otros méritos. Muchos criterios se tomaron en cuenta para premiar a este cedro. Según los expertos, este árbol es de enorme tamaño y una gran belleza escénica.
Además, este árbol nutre todo un ecosistema a su alrededor pues en él se refugian múltiples aves y sus flores son visitadas por insectos, lo que ayuda con la polinización en Atenas.
Sus flores blancas brotan entre abril y junio, y produce sus frutos –con un olor similar al del ajo– de marzo a agosto y diciembre. Los frutos o semillas de este cedro amargo se han ido dispersando gracias al viento y esto ha contribuido con la regeneración del área boscosa de la región, cerca del cauce de una naciente.
“Este árbol tiene una enorme importancia como protector de una fuente auxiliar de agua en la comunidad de Escobal de Atenas”, resaltó el pronunciamiento del jurado de INBio.
“Existe también un importante valor cultural e histórico de este árbol, ya que la finca El Abuelo Danilo, donde está ubicado está en una comunidad cercana a las líneas del antiguo servicio de tren. Cerca del sitio hay empedrados antiguos, de la época del expresidente Rafael Yglesias”, explicó el botánico Soto.
El jurado también consideró que es un árbol excepcional que es accesible para los costarricenses, pues se yergue a 800 metros sobre la calle a Barrueta, Escobal de Atenas, en el llamado kilómetro 51.
Este año, INBio otorgó además una mención honorífica a otro árbol de cedro amargo, de 26 años, ubicado en de Belén, Carrillo, Guanacaste, propuesto por Jean Carlo Jiménez, de 11 años.
Asimismo, quedará abierto el período de postulaciones para el premio del año 2009, donde se reconocerá a un árbol de excepcional de higuerón que se encuentre en territorio costarricense.