El Parque Marino Las Baulas se localiza en las cercanías de la comunidad de Matapalo, Guanacaste.
Aunque en sus inicios algunos pobladores vieron la denominación de Parque Nacional como una amenaza para su libertad de tránsito, o una restricción para la venta de huevos de tortuga, con el tiempo, las acciones de conservación han encontrado terreno fértil.
Este parque fue creado por ley el 3 de julio de 1995 y desde entonces ha realizado una amplia labor de concienciación en Santa Cruz.
Óscar Calvo, antiguo 'huevero' o 'ladrón de huevos de tortuga', explicaba sin pena que, hasta que no participó de un desove y vio llorar de emoción a algunos turistas presentes, no entendió el privilegio de los santacruceños. Eso sucedió hace apenas unos años.
Según Calvo, quien es mecánico de profesión y guía voluntario del parque, solo el acercamiento a las tortugas baulas fue lo que le permitió comprender la necesidad de protegerlas.
"Realmente yo me metí en esto por casualidad, transportando turistas, y ahora creo que es fabuloso. Este es mi segundo trabajo. Después de una jornada diaria vengo aquí y llevo a los curiosos a ver el desove de tortugas", dijo.
"Ahora también puedo explicarles a quienes visiten sobre estos animales y entre más lo hago más me gusta. No solo me siento útil sino que puedo contagiar ese cariño que tengo a otros, para que nos ayuden a hacer la diferencia", agregó.
Apoyo. La ama de casa Laura Jaén asegura que desde que empezó a ayudar en la conservación de las baulas se siente mejor persona.
Jaén ha recibido la capacitación del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) en conservación y en turismo rural.
Actualmente, esta ciudadana de la comunidad de Matapalo es la líder de la Asociación Protectora del Recurso Marino y Vida Silvestre de Matapalo y es una de las guías voluntarias para guiar a los turistas que visitan el parque.
Además, Jaén es responsable de la reciente creación de la Asociación de Damas Amigas del Parque Marino Las Baulas. Esta organización se dedica a explicarle a los vecinos la importancia del parque y a la educación ambiental en escuelas aledañas.
"Dentro de poco tiempo inauguraremos incluso una sodita en Matapalo para recolectar fondos y crear fuentes de empleo", señaló.
"La conservación nos beneficia a todos, beneficia al planeta y hasta puede ser un incentivo económico para nuestra comunidad", agregó.
Las labores de conservación que se realizan son fuertes porque se tiene el apoyo de la comunidad internacional y de las instancias privadas.
Por ejemplo, desde el 15 febrero del año en curso, siete guardaparques del Parque Marino Las Baulas, Guanacaste, realizan una labor de patrullaje marítimo por la zona protegida para fiscalizar la caza de tortugas y la contaminación.
"Esto ha sido posible gracias a la ayuda de la Fundación MarViva, organización no gubernamental sin fines de lucro, quien ha cedido tres embarcaciones", apuntó su director Rotney Piedra.