A lo largo de los años, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos ha enviado cinco vehículos robóticos llamados rovers hacia el planeta Marte. Sus nombres son: Sojourner, Spirit, Opportunity, Curiosity y Perseverance.
Enviados desde 1997, bautizarlos de alguna manera facilita a los equipos técnicos y científicos a cargo de ellos compilar y organizar todo cuanto se vincule a cada misión sin confundirse nada.
Como la Tierra, Marte tiene volcanes, barrancos y llanuras planas dignas de análisis y posibles explicaciones de su pasado. Sin embargo, desde que los rovers llegaron a su superficie rojiza, NASA ha desarrollado una debilidad por bautizar lo que sea que un rover descubra.
Por ejemplo, el último rover enviado, el Perseverance, está investigando afloramientos rocosos a lo largo del borde del cráter Belva. A unos 3.700 kilómetros de distancia, otro rover (el Curiosity), perforó recientemente una muestra en un lugar llamado “Ubajara”.
El cráter lleva un nombre oficial pero donde el Curiosity perforó se identifica con un apodo (de ahí las comillas).
Ambos apelativos figuran entre los miles aplicados por las misiones no solo a los cráteres y colinas, sino también a cada peñasco, roca, piedra y superficie rocosa estudiada.
¿Por qué?
“La razón número uno por la que elegimos todos estos nombres es para ayudar al equipo a realizar un seguimiento de lo que encuentran cada día”, explicó Ashwin Vasavada, científico del proyecto de la misión Curiosity en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California.
“Más adelante, podemos referirnos a las muchas colinas y rocas por su nombre mientras las discutimos y eventualmente documentamos nuestros descubrimientos”, citó el investigador en un comunicado de NASA centrado en cómo bautiza sus hallazgos.
La forma en que los científicos idean los identificadores ha evolucionado desde los primeros días, hace 25 años, cuando usaban nombres de personajes de dibujos animados. Ahora se sigue otra lógica más coherente que simplifica todo.
Nombres oficiales y apodos
La diferencia entre un nombre oficial en Marte y uno no oficial (apodos) es simple: los oficiales han sido aprobados por un cuerpo de científicos formal como lo es la Unión Astronómica Internacional (IAU) la cual establece estándares para denominar características planetarias y registra los nombres en el Gazetteer of Planetary Nomenclature.
Por ejemplo, cráteres de más de 60 kilómetros reciben el nombre de científicos famosos o autores de ciencia ficción. Aquellos más pequeños llevan el nombre de pueblos con poblaciones inferiores a 100.000 personas.
El cráter Jezero, que Perseverance ha estado explorando, comparte el nombre de una ciudad bosnia; Belva, un cráter de impacto dentro de Jezero, se llama como una ciudad de Virginia Occidental que, a su vez, lleva el nombre de Belva Lockwood, la sufragista que se postuló para presidente en 1884 y 1888 en EE. UU.
Más de 2000 ubicaciones en Marte tienen nombres oficiales pero incluso hay más apodos no oficiales derramados sobre el mapa marciano.
Las primeras misiones a Marte a veces tomaban una ruta caprichosa basada en apodos usando nombres de personajes de dibujos animados. Esto explica la escritura de“Yogi Rock”, “Casper” y “Scooby-Doo” entre los nombres no oficiales aplicados por el equipo detrás del primer rover (Sojourner) al final de la década de 1990.
La filosofía cambió con los rovers Spirit y Opportunity, cuyos equipos comenzaron a usar nombres más intencionales.
Por ejemplo, el equipo de Opportunity apodó un cráter “Endurance” en honor al barco que llevó la desafortunada expedición del explorador Ernest Shackleton a la Antártida.
Los nombres de los lugares donde aterrizaron Curiosity y Perseverance honran a los escritores de ciencia ficción Ray Bradbury y Octavia E. Butler, respectivamente.
Otro equipo nombró una roca que había sido empujada por los retrocohetes del módulo de aterrizaje durante el aterrizaje como “Rolling Stones Rock” en honor a la banda.
El equipo de Curiosity nombró una colina marciana en honor a uno de sus colegas, Rafael Navarro-González, quien murió por complicaciones de covid-19.
La Tierra en Marte
A pesar de las excepciones ocasionales, las misiones Curiosity y Perseverance se apegan a los apodos basados en lugares terrestres.
Antes de que Curiosity aterrizara en el 2012, el equipo del rover creó un mapa geológico del área de aterrizaje. Comenzaron dibujando una cuadrícula, formando cuadrados o cuadrantes, equivalentes a aproximadamente 1,2 kilómetros de cada lado. Estos cuadrantes estarían relacionados con un sitio de importancia geológica en la Tierra.
Entonces, como ahora, los miembros del equipo sugirieron ideas para temas basados en sitios en los que han trabajado o con los que tienen una conexión personal, y discutieron informalmente cuál sería el más interesante para incluir, teniendo en cuenta que varios nombres se recordarían en futuros artículos científicos.
Una vez que se elige un tema, se compilan cientos de nombres que encajan en ese tema. Se necesitan tantos porque los nombres disponibles pueden disminuir rápidamente, dado que Curiosity puede permanecer en un cuadrante por varios meses.
Para el último cuadrante de Curiosity, el equipo del rover eligió un tema que lleva el nombre de Roraima, el estado más al norte de Brasil, y del Monte Roraima, el pico más alto de las montañas Pacaraima, situado cerca de la frontera de Venezuela, Brasil y Guyana.
Esto marcó el primer tema del cuadrante sudamericano. La región enriquecida con sulfato que Curiosity está explorando actualmente, con sus colinas de cimas planas y pendientes empinadas, les recordó las montañas de “mesa” en la cordillera de Pacaraima.
Para Perseverance, los científicos optaron por temas de parques nacionales. Ese rover ahora está explorando el cuadrante de las Montañas Rocosas y recientemente perforó rocas en un lugar que lleva el apodo de “Pico Powell” del Parque Nacional de las Montañas Rocosas.