La Estrategia siglo XXI implica un enorme cambio en el perfil educativo de Costa Rica, ya que exige importantes transformaciones en primaria, secundaria y educación superior.
Por ejemplo, se reiteró que se debe mejorar la calidad de la educación primaria y secundaria, en especial en los campos de la matemática y las ciencias.
Para ello, se propone fomentar en los estudiantes la capacidad de investigación desde muy temprana edad.
"Se debe incentivar la vocación científica, la investigación y la creatividad. Si uno logra inculcar ese gusanito desde la escuela logrará un gran cambio a largo plazo", explicó Alejandro Cruz, uno de los coordinadores de la Estrategia siglo XXI .
Esto iría acompañado de mayor capacitación a maestros y profesores, así como un incremento en la calidad y cantidad de docentes y científicos en ciencias exactas encargados de formar a otros.
El análisis también detalla que otra acción urgente es establecer programas de enseñanza del inglés y la computación en todos los niveles.
Más allá de la escuela. En la secundaria se debe combatir la deserción e incentivar el espíritu emprendedor. "No se debe ver mal que un joven quiera tener su empresa relacionada con ciencia y tecnología, más bien hay que ayudarlo", agregó Cruz.
En el ámbito universitario se requieren más becas de investigación, fortalecer los estudios de posgrado en ciencias e ingenierías y privilegiar los estudios interdisciplinarios.
El ideal sería triplicar los profesionales en ciencia, ingeniería y técnicos hasta alcanzar un tercio de la fuerza laboral del país.
Un aspecto importantísimo que se aborda en la iniciativa es la de "la fuga de cerebros", es decir, la salida permanente del país de profesionales muy competentes para el desarrollo.
Para evitarlo y lograr reinsertar a los investigadores que vuelvan, el diagnóstico propone tener un sistema de incentivos académicos, económicos y técnicos, así como ofrecer condiciones aptas para vincularse al sector productivo. Será un programa de repatriación de científicos y tecnólogos.