En 1990, mientras los ticos veíamos a la “sele” en el Mundial de Futbol, Madonna lanzaba su famoso disco Inmaculada Concepción y Mijail Gorbachov ganaba el Premio Nobel de la Paz, Costa Rica no tenía Internet.
Los científicos y académicos se comunicaban solo por teléfono o por carta y los correos electrónicos eran como un cuento de ciencia ficción.
Hoy, 18 años después, el 35% de la población nacional tiene acceso a una computadora con Internet y hay más de 1,5 millones de usuarios ticos que intercambian diariamente miles de e-mails.
¿Cómo fue posible este cambio? Esta revolución digital fue el producto de la osadía de un grupo de científicos que, desde la Universidad de Costa Rica, soñaron con estar “conectados” con las grandes redes de investigación que ya existían en Estados Unidos y Europa.
El sueño de los científicos, liderados por el físico teórico Guy de Téramond, era hacer su ciencia, pero en el intento también hicieron historia.
Esta iniciativa posicionó a Costa Rica como el quinto país de Latinoamérica en conectarse a Internet, después de Brasil, Chile, México y Argentina.
Así lo revela una investigación de Ignacio Siles González, científico de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Costa Rica (UCR).
“A los costarricenses les puede parecer que tener Internet hoy es algo muy natural, que esta herramienta nos iba a llegar de todas maneras, pero eso no es cierto. Pudo ser diferente”, dice Siles.
Cotidiano, pero no natural. Internet es una herramienta que permite conectar diversas redes de computadoras y hacer que estas funcionen como una red única. Esto se logra mediante un conjunto de protocolos denominado TCP/IP.
Sus orígenes se remontan a 1969, cuando se creó una red entre tres universidades en California y una en Utah, EE. UU., que se llamó Arpanet, pero fue en 1991 cuando el científico británico Tim Berners Lee inventó la llamada World Wide Web (WWW) en el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN).
La WWW ayudó a popularizar Internet porque ofrece a los usuarios un soporte visual que permite “navegar” entre la información. Con las redes previas esa opción era muy limitada o casi nula.
La historia de Internet en Costa Rica no estuvo exenta de esa enredada evolución. Siles detectó tres momentos claves que vivió el país para tener la conectividad que gozamos hoy.
Primero, antes de la llegada de la red Internet, la UCR se alió desde aquí a una red académica llamada Bitnet. Esta era una antigua red internacional de computadoras de centros de investigación que ofrecía servicios interactivos de correo electrónico y de transferencia de datos. Empleaba grandes computadoras de IBM.
El físico costarricense Guy de Téramond –quien había utilizado Bitnet durante sus estudios en la Universidad de Stanford, EE.UU.– fue quien acercó esta tecnología al país. Él estuvo apoyado por un grupo de unos ocho intelectuales.
Si bien Bitnet no era la Internet que hoy conocemos, esta red ayudó a mostrar a los ticos las bondades de las redes de computadoras.
Nadie que descubriera lo que significaba tener un e-mail quería dejar de usarlo jamás.
A esta red se unieron científicos del Instituto Tecnológico y de la Universidad Nacional, entre otras 50 organizaciones de los países centroamericanos.
“Finalmente, la UCR se conectó a Internet en enero de 1993. Se hizo desde la Escuela de Informática; tenía solo 12 nodos y unos 1.500 usuarios”, explicó Siles.
Para apoyar la iniciativa, el país creó un grupo llamado CRNet, cuya infraestructura medular se ubicó en el Instituto Costarricense de Electricidad, en San José.
La de Costa Rica fue una incorporación muy temprana a esta red pues sucedió solo dos años antes de que la WWW se posicionara realmente como una herramienta de comunicación en el mundo.
Paralelo a esto, y hasta 1999, Radiográfica Costarricense (Racsa) apostó por otra red de computadoras llamada X.25. Esta red permitía el envío de paquetes de información y consulta de base de datos, pero no funcionaba como Internet porque era mucho más textual.
Racsa consideró ofrecer el servicio de conexión a Internet hasta 1994 con equipo de la UCR.
Fuera de la U. La segunda etapa de Internet en el país se inició con la popularización de la herramienta y la salida de los centros académicos hacia las casas y oficinas.
En 1993 La Nación se convirtió en la primera entidad privada que tuvo acceso a Internet en el país y una de las primeras en Centroamérica. En abril de 1995 La Nación fue el primer periódico centroamericano, y uno de los primeros medios de comunicación de América Latina en crear su versión en línea, señala Siles.
“La década de los 90 fue particularmente interesante en la historia de la Internet, al pasar de ser un instrumento de comunicación esencialmente entre científicos al público general”, explicó Guy de Téramond. Fue en 1997 cuando aparecieron los primeros cafés Internet del país.
La última parte de esta historia se concretó en el 2005 con la inauguración Red Avanzada del ICE (RIA/Acelera) para llevar conectividad de banda ancha a lo largo y ancho del país.
Se trata de una iniciativa que De Téramond promovió desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MICIT), cartera que lideró entre los años 2000 y 2002.
Esto significó que a los usuarios se les ofrecía la experiencia de navegar por Internet con mejores resultados. La oferta permite mejorar la velocidad con la que viaja la información. En adelante, la historia es más conocida.
Estos y otros pormenores sobre la historia de Internet en Costa Rica se narran en el nuevo libro Por un sueño en.red.ado de la Editorial de la UCR.
La obra será presentada hoy jueves a partir de las 5 p. m. en el miniauditorio de la Escuela de Agronomía de la UCR.