Científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona acaban de dar una nueva y contundente razón a las mujeres para no fumar, especialmente durante el embarazo: los tóxicos del tabaco producen en el feto alteraciones genéticas que incrementan su riesgo de sufrir leucemia infantil.
También incrementan el riesgo de padecer otros tipos de cáncer en la edad adulta. Los detalles del estudio se publicaron en la revista JAMA .
El análisis, dirigido por Josep Egozcue y Carme Fuster, muestra por primera vez que los elementos cancerígenos del tabaco atraviesan la placenta y dañan directamente el material genético del feto, incrementando su riesgo de sufrir leucemia mieloide o linfocítica.
Hasta ahora se sabía que el consumo de tabaco durante el embarazo incrementa el riesgo de nacimiento prematuro y con bajo peso, de sufrir placenta previa, además de alteraciones de la inmunología fetal y embarazos ectópicos (dentro de las trompas de Falopio). Sin embargo, no se había demostrado que el efecto cancerígeno del tabaco llegara hasta el feto.
Humo dañino. El daño genético que el cigarro produce en el bebé en gestación puede ser muy grande.
"Un 36% de los fetos de madres fumadoras presentan anomalías cromosómicas con lesiones complejas, frente a solo un 4% en los de madres no fumadoras. Pero, además, observamos una anomalía en el cromosoma 11 que solo se dio en los fetos de madres fumadoras, concretamente en el 24% de ellos", explica Josep Egozcue.
"Esa región del cromosoma 11 aparece afectada en la mitad de los niños menores de un año que sufren leucemia, y en el 18% de los mayores de un año", agrega.
Carme Fuster asegura que no quieren culpar a las mujeres, pero sí advertir que fumar durante el embarazo es peligroso. "La relación demostrada no implica que todos los fetos alterados genéticamente a causa del tabaco vayan a desarrollar leucemia infantil. Hay otros factores que pueden intervenir", dice.
Pero sí es cierto que fumar durante el embarazo aumenta el riesgo, reitera. "En todo caso, a una madre fumadora cuyo hijo sufre leucemia le diría: no se culpabilice pero, si queda de nuevo embarazada, por favor, no fume", concluye Carme Fuster.