
Copiapó
Un gigantesco manto de flores multicolores tapiza el desierto de Atacama , el más árido del mundo en el norte de Chile, con una intensidad no vista en varias décadas, un maravilloso efecto del fenómeno de El Niño.
Sobre las inmensas laderas desérticas, florecieron miles de especies de flores de color amarillo, rojo, blanco y violeta, que han llenado de color este inmenso espacio vacío que en esta época alcanza temperaturas por sobre los 40 grados Celsius.
Miles de "suspiros de campo" (Nolana parradoxa) en tonos violetas y blanco y "añañucas" amarillas (Rhodophiala rhodocirion) emergen para vestir de color a la habitual palidez de sus tierras.

"Este año ha sido particularmente especial, porque la cantidad de agua que ha caído ha hecho que sea tal vez el más espectacular de los últimos 40 o 50 años", dijo a la AFP Raúl Céspedes, museólogo y académico de la Universidad de Atacama.

"Cuando uno piensa en desierto, piensa en absoluta sequedad, pero hay un ecosistema que está latente y esperando para que ciertas condiciones se produzcan", como la caída de agua, altas temperaturas y humedad, explica Céspedes.
El fenómeno de floración ha sido particularmente extenso este año.

"El caso de ahora ha sido un fenómeno muy inusual, ya que debido a los aluviones de marzo, se produjo una floración especial en época de invierno, situación de la que no había registro (...) y después hubo otra floración en primavera", dice por su parte a la AFP Daniel Díaz, director regional de Servicio Nacional de Turismo de la Región de Atacama.
"Dos floraciones en el año es algo muy inusual en el desierto más árido del mundo y eso es algo que hemos podido disfrutar en nuestra primavera, junto a gente de todo el mundo. Hay mucha expectativa e interés por conocerlo", agregó.

"Es muy inusual. Hemos venido a desayunar con las flores. Venimos de Inglaterra conduciendo alrededor del mundo", narra a la AFP Edward Zannahand, turista inglés que disfrutaba del paisaje.