
En constancias, certificaciones y documentos de ese tipo suele comenzarse así: “El que suscribe...” o “El sucrito...”; también (aunque menos frecuente) “El infrascrito...”, “El abajo firmante...”, etc.
Tanto en “el que suscribe” como en “el abajo firmante” no veo en absoluto ningún problema gramatical. Ambas expresiones son prácticamente sinónimas si tenemos en cuenta que suscribir significa, según el DRAE, “firmar al pie o al final de un escrito”; o sea, “el que suscribe” es el que firma abajo (del latín sub [debajo] y scribere [escribir]). Y hay que recordar igualmente que firmante es el “participio activo” (conocido también como “participio de presente”) de ‘firmar’, elemento no conjugable descrito así por el DRAE: “...forma verbal procedente del participio de presente latino, que en español, con terminación en -nte , se ha integrado casi por completo en la clase de los adjetivos o en la de los sustantivos”. Firmante , entonces, es –también según el diccionario oficial– “1. adj. Que firma. Apl. a pers., u. m. c. s.”.
El asunto se pone ya de color de hormiga cuando examinamos las otras dos formas: “el infrascrito” y “el suscrito” (esta última, la más frecuente entre nos- otros). ¿Por qué? Sencillamente porque en ambos casos estamos claramente ante participios pasivos (conocidos también como participios de pasado ) y, de acuerdo con el DRAE, se emplean para la formación de los tiempos compuestos, de la voz pasiva y de otras perífrasis verbales. Ha salido. Fue construida. Te lo tengo dicho .
El participio pasivo de escribir, así como el de sus compuestos, es escrito, suscrito, infrascrito : él ha escrito, la carta se encuentra suscrita, hay una nota infrascrita ... Entonces, ¿cómo explicar el sentido activo de “el abajo suscrito” y “el infrascrito”, obviamente participios pasivos, que deberían ser, por tanto, suscribiente e infrascribiente ? El propio DRAE lo expone sucintamente: “Algunos participios pasivos admiten a veces interpretación activa ; p. ej., callado , 'el que calla', atrevido , 'el que se atreve'”. Y el Esbozo académico lo explica ampliamente (3.16.13) y compara varios ejemplos más: hombre resuelto / problema resuelto; libro leído / persona leída; pecado disimulado / persona disimulada; vaso bebido / hombre bebido; espectador cansado / película cansada; cantidad moderada / persona moderada...
Ya el DRAE registra infrascrito-a con sentido activo: “1. adj. Que firma al fin de un escrito. U. t. c. s.”. En cambio, nuestro suscrito-a , con el significado de “el que suscribe”, no aparece, ni siquiera como ejemplo, en ninguna de las obra académicas. Pero estoy seguro de que próximamente la RAE tendrá que admitir en suscrito-a ese significado activo.