En condiciones normales, el final de un embarazo representa el inicio de la vida de un nuevo ser.
Sin embargo, cada año unas 70.000 adolescentes mueren en países en desarrollo en Latinoamérica a raíz de complicaciones durante la gestación y el parto.
El Estado de la Población Mundial 2013 –cuyo tema central es el embarazo adolescente– reveló que diariamente, 20.000 mujeres menores de 18 años traen un hijo al mundo en los países en desarrollo.
El informe Maternidad en la niñez: afrontar el desafío de un embarazo adolescente , es una publicación del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) que fue divulgado ayer en 150 países.
Madres que son niñas. Si bien cada región tiene sus particularidades, las adolescentes que viven en zonas rurales, en condición de pobreza y con un nivel educativo deficiente, son más proclives a quedar embarazadas que aquellas de áreas urbanas y con un mejor perfil socioeconómico y educativo.
La gestación en estas mujeres que son casi niñas trae consecuencias físicas, psicológicas y económicas. Pero la más devastadora es la muerte misma.
Las cifras que arroja el estudio para la región son preocupantes: en América Latina y el Caribe la primera causa de muerte para las adolescentes entre los 15 y 19 años está relacionada con complicaciones en el embarazo y el parto.
No obstante, el estudio no detalla cuál es la cifra exacta de muchachas fallecidas. “Durante el embarazo el organismo de la mujer sufre muchas transformaciones para poder alojar al bebé; pero hay que recordar que el cuerpo de una adolescente todavía no está completamente desarrollado como para enfrentar esos cambios”, explicó la representante auxiliar de UNFPA para Costa Rica, Patricia Salgado.
El documento subraya que dado que la gravidez juvenil es más frecuentes en los sectores con situación económica precaria, es posible que estas jóvenes ni siquiera puedan satisfacer necesidades alimentarias básicas ni para ellas ni para los bebés que llevan en el vientre.
Estas condiciones aumentan el riesgo de anemia, abortos espontáneos, muerte fetal, parto prematuro y muerte de la madre.
Salgado agregó que, como la mayoría de estos embarazos son no deseados, las niñas intentan ocultarlos por todos los medios.
“Probablemente no asisten a control prenatal ni buscan atención médica hasta que el embarazo está muy avanzado o, incluso, al momento del parto”, destacó.
El panorama se complica aún más cuando las adolescentes optan por el aborto como una solución desesperada a su problema.
“La mitad de los abortos se producen en situaciones de riesgo para la madre”, lamentó la experta de UNFPA.
El informe reveló que en América Latina la cifra anual de abortos inseguros entre las jóvenes de 15 a 19 años ronda los 670.000.
“Se les conoce como ‘abortos de callejón’ pues son procedimientos hechos por personas que no son profesionales en Medicina y generalmente en condiciones insalubres. La mujer puede morir por hemorragia o infecciones”, manifestó Salgado.
En Costa Rica. Según el Censo de Población del 2011, un 9,1% de las adolescentes en Costa Rica entre los 12 y 19 años ha tenido al menos un hijo nacido vivo.
Además, el 20% de todos los nacimientos ocurridos en el país corresponden a jóvenes menores de 18 años, detalla el Censo. Eso significa que, por año, 14.000 adolescentes se convierten en madres. El 70% de esos casos se registran en las zonas rurales.
El próximo 6 de noviembre se presentará el infome Uniones tempranas y embarazo en la niñez y adolescencia en Costa Rica, con una radiografía de la situación de esa población en el país. El documento fue elaborado por Alejandra González, del Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica.