¡Esos nombres de pila!

Un decenio atrás escribí que para el ser humano, su nombre es una parte trascendente de su entidad, de su esencia, de su talante, de su yo más íntimo; es su etiqueta, su marchamo, su marca registrada... Pero, lamentablemente, ninguno es responsable de algo tan importante como su propio nombre. Lo recibimos del gusto o capricho de nuestros mayores, que a menudo aprovechan, alevosamente, nuestra infantil indefensión. El santo del día fue, no hace tanto, la fuente de inspiración onomástica de padres y padrinos. De ahí salieron resignados (y resignadas) Restitutos, Agapitos, Cojoncios, Robustianos, Telesforos, Remigias, Gervasias, Hermenegildas, Casimiras... Siguió –y perdura– el furor xenofílico, el borreguil embeleso por los nombres extranjeros. Los Guillermo, Ricardo, Juan, Ronaldo, Pedro, María, Juanita, Isabel... (orgullosamente nacionales) se convirtieron en William, Richard, John, Ronald, Peter, Mary, Jeanette, Elizabeth... (productos de importación).

Pero eso no es nada. El vértigo de los nombres excéntricos, dementes, kafkianos no encuentra límites: Usnavy, Siumin, Solsiris, Bahía, Yorly, Licda, Yubell, Bunny, Flerida, Idamel, Lorgi, Mirleth, Mitzy, Siany, Daysum, Ferreol, Gamabelly, Ivanglee...

Pues bien, un amable lector me envió recientemente una lista de nombres que, según él, están en el Registro Civil de Costa Rica. Selecciono algunos: Deportivos . Shakeel Oneil, Tyson Alfonso, Kevin Médfor, Maradona. Científicos . Galileo, Einstein Eduardo, Freud Fabián, Pascal, Darwin Francisco. Filosóficos . Sócrates Orestes, Aristóteles. Músicos . Ringo Antonio, Max Jagger, Elvis Presley, Beethoven Andrés, Ozzy Demian. Cine y TV . Maverick Leonel, Guílligan, Rambo Gerardo, Macgiver, Rocky Domingo. Monedas . Euro Andrés, Dóllar Alberto. Históricos . Ghandi Gabriel, Nefertiti, John Kennedy, Richard Nixon, Hitler Rodolfo, Emilia Nerona. Inclasificables . Gay Alexander, Taco, Francisco Fondillo.