La Agencia de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) anunció ayer la aprobación de los implantes de corazones artificiales a personas gravemente enfermas.
La intervención quirúrgica podrá realizarse a pacientes a quienes los médicos hayan dado no más de un mes de vida y no puedan ser sometidos a un trasplante del músculo cardíaco.
El corazón artificial, fabricado por la empresa Abiomed, está hecho de titanio y plástico y queda en el pecho del paciente, sin necesidad de cables exteriores.
La operación para implantar el dispositivo cuesta unos $250.000 y da la posibilidad a los enfermos de tener algunos meses más de vida.
Los 14 hombres que fueron sometidos a la operación hasta el momento vivieron una media de cinco meses. El de la mayor supervivencia duró 17 meses.
“Para muchos pacientes que están ante la muerte, la posibilidad de tener más tiempo con la familia, aunque sea limitado, es algo que están dispuestos a procurar”, dijo Daniel Schultz, director del Centro de Evaluación e Investigación de Dispositivos de la FDA.
Según Schultz, la aprobación limitada del corazón artificial es un paso más en el esfuerzo por conseguir un dispositivo que prolongue aún más la vida de pacientes en estado grave.
“Esperamos que con el tiempo haya una tecnología más avanzada y más asequible”, señaló.
Anuncia otro. Un portavoz de Abiomed señaló que su empresa trabaja ya en un corazón artificial de nueva generación que estaría listo dentro de dos años.
Ese nuevo corazón artificial sería más pequeño que los actuales y podría prolongar la vida del paciente unos cinco años.
En octubre del año pasado la FDA aprobó el implante del corazón artificial fabricado por la empresa Syncardia Cardiowest.
Ese aparato mantiene con vida al paciente mientras espera un trasplante de corazón.
Según la FDA, ese corazón artificial está destinado a pacientes que no responden a otros tratamientos y podrían morir de un fallo cardíaco biventricular irreversible, en el que no funcionan adecuadamente ambos lados del músculo cardíaco.
Los aparatos tienen una vida útil de 18 meses.