Un equipo de científicos británicos que buscaba en la Reserva Biológica Monteverde un ejemplar vivo del extinto sapo dorado fracasó en su intento.
Así lo confirmaron ayer estos expertos de la Universidad de Manchester y del Zoológico de Chester, Gran Bretaña, así como funcionarios del Centro Científico Tropical (CCT), ubicado en ese distrito de Puntarenas.
El sapo dorado ( Bufo periglines ) desapareció de los bosques en 1989, pese a que en 1987 se tenían registrados 1.500 ejemplares. Los científicos creen que estos murieron por causa del calentamiento global.
El aumento de la temperatura favorece la proliferación del hongo Batrachochytrium dendrobatidis . Este se adhiere a la piel de las ranas, por donde ellas respiran, y las mata por deshidratación o asfixia. También les desfavoreció la creciente pérdida de su hábitat.
Según reconocieron los especialistas, se internaron dos días en el bosque nuboso de Monteverde y utilizaron instrumentos de muy alta tecnología, pero aun así no se encontraron ni rastros del citado anfibio.
Sin embargo, esta búsqueda no terminará aquí, por lo menos, no por parte de los nacionales.
“Nosotros en el CCT siempre estamos monitoreando esta y otras especies de anfibios. Desde hace 20 años se están haciendo estudios en la reserva Monteverde (que atraviesa la cordillera de Tilarán) a cargo del calificado científico Alan Pounds. Esta búsqueda se mantendrá y fortalecerá”, dijo Carlos Hernández, del CCT.
Por su parte, el equipo británico continuará los estudios allá. El año anterior ellos encontraron algunas ranas arborícolas en la Asociación Conservacionista de Monteverde, con permiso del Gobierno de Costa Rica, y todavía las están analizando.
En el país hay más de 180 especies de anfibios. De ellas se considera que unas 23 especies están en grave peligro de desaparecer.