Los elevados niveles de radiactividad detectados en el norte de Europa no suponen un riesgo para la salud humana o el medio ambiente, indicó el martes la agencia nuclear de Naciones Unidas, señalando que aún no estaba claro su origen.
Las agencias de supervisión nuclear de Finlandia, Noruega y Suecia indicaron la semana pasada que habían detectado pequeñas cantidades de isótopos radiactivos en zonas de Finlandia, el sur de Escandinavia y el Ártico.
“Los niveles reportados al OIEA son muy bajos y no suponen un riesgo para la salud humana y el medio ambiente”, indicó en un comunicado el lunes por la noche el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica, Rafael Grossi.
La agencia, con sede en Viena, se puso en contacto el sábado con los países europeos para solicitar información. Para el lunes por la tarde, 29 habían reportado voluntariamente que no había ocurrido nada en su territorio que pudiera haber causado la concentración de isótopos en el aire. Unos pocos países fuera de Europa dieron reportes similares.
Rusia no estaba en la lista de países que habían respondido al OIEA para el lunes.
“Espero que más estados miembros nos proporcionen información y datos relevantes, y seguiremos informando al público”, dijo Grossi.
El Instituto Nacional holandés de Salud Pública y Medio Ambiente dijo el viernes que los isótopos podrían proceder de una fuente en Rusia y “podrían indicar daño a un elemento de combustible en una central nuclear”.
La operadora estatal rusa de energía nuclear, sin embargo, dijo que sus dos centrales nucleares en el noroeste de Rusia no habían reportado ningún problema.
La Autoridad de Seguridad de Radiación sueca dijo que el Instituto de Investigación para la Defensa midió niveles de cesio-134, cesio-137 y rutenio-103 en una estación en Estocolmo el 22-23 de junio. Los niveles eran similares a los registrados por las agencias de vigilancia de Finlandia y Noruega.