San Francisco. DPA. Varios fragmentos de cráneo fueron identificados por científicos de California como pertenecientes al compositor alemán Ludwig van Beethoven (1770-1827).
"Por primera vez el mundo se entera ahora de adónde fueron a parar estos fragmentos", dijo ayer William Meredith, director del Instituto Beethoven de la Universidad de San José. Meredith recibió los dos fragmentos de ocho centímetros para su análisis del californiano Paul Kaufmann.
El empresario californiano los heredó hace 12 años, pero en un principio no se tomó en serio la referencia de que se trataba de huesos de Beethoven.
Un tío lejano del estadounidense trabajaba en 1863 como médico en la Universidad de Viena. En ese momento, tuvo lugar una exhumación y un segundo entierro del compositor, fallecido en 1827, en el que los fragmentos del cráneo no fueron colocados en el ataúd.
Una comparación del ADN de los huesos y de un rizo del cabello del artista, que también está en manos del instituto, demostró su autenticidad, dijeron los científicos.
El análisis reflejó además un alto contenido de plomo, que ya se había detectado en el 2000 en pruebas realizadas a los cabellos. Según los expertos, Beethoven sufrió y murió como consecuencia de una intoxicación por plomo. Eso explicaría su sordera temprana y sus muchos problemas de salud.
Los científicos tienen previsto realizar más análisis a los trozos del cráneo. De momento no está previsto que los fragmentos óseos sean expuestos en público, comunicó la Universidad de San José.