(AP). Holly Kopczynski siempre se sintió orgullosa de criar a sus hijos de la manera correcta, enseñándoles las reglas básicas de cortesía, como decir por favor y gracias.
Pero algo pasó.
Estábamos en un restaurante para el cumpleaños de mi mamá y cuando me di cuenta ahí estaba mi hija y mi hijo mayor, mandando mensajes desde sus teléfonos celulares bajo la mesa, dijo la madre de cuatro y residente de Lewiston, Idaho. Me puse furiosa. Fue como: Es una broma? Ustedes están en la fiesta de cumpleaños de su abuela. Guarden esos teléfonos ahora!
Todo mundo sabe que los adolescentes aman sus aparatos modernos y que prefieren textear que hablar, pero estos dispositivos representan algunos desafíos nuevos para los padres Cómo enseñarle a sus hijos diestros en tecnología algunas reglas de cortesía en la era electrónica?
Hasta ahora, los padres están aprendiendo sobre la marcha, imponiendo las nuevas reglas como en el caso de regañar a los jóvenes cuando mandan mensajes durante la comida.
Beth Herina, de Ringwood, Nueva Jersey, creó esa regla hace dos años porque su hijo de 13 años estaba mandando mensajes a sus amigos durante la comida. Ella tiene otra regla también: Ningún mensaje electrónico durante las salidas en familia.
El puede mandar mensajes durante el viaje, pero no cuando sea tiempo familiar, dijo. Además, le pregunto a quién le está mandando mensajes.
A su hijo Dylan no le pueden gustar las reglas de mamá, pero ella cree que son moderadas en comparación con su cuñado quien toma el teléfono celular de sus hijos para leer sus mensajes.
Cuando se trata de aparatos modernos como celulares y computadoras, algunos menores de edad e incluso algunos adultos no creen que su conducta sea grosera, dijo P.M. Forni, cofundador de la Iniciativa por la Civilidad de la Universidad Johns Hopkins.
Estamos viendo una conducta que nunca se había visto, afirmó. Los estudiantes que se levantan en medio de la clase para contestar sus teléfonos, que mandan mensajes durante la clase, estudiantes que ven televisión en sus computadoras portátiles durante conferencias, dijo.
Kopczynski le dijo a su hijo de 20 años y su hija de 16 que apagaran sus teléfonos y que los guardaran, a lo que ellos obedecieron, pero fue su reacción a su orden lo que le molesta.
Fue un momento triste para mí, afirmó. Yo crecí con reglas, el tipo de cosas como la de no poner los codos en la mesa. Y he criado a mis hijos así, pero ellos ni siquiera se han dado cuenta de lo que estaban haciendo.
Los padres de ahora no sólo están restringiendo los teléfonos celulares.
Muchos están estableciendo reglas a sus hijos sobre el uso de la computadora: se ponen a sí mismos como administradores para sus cuentas de internet, le preguntan a los niños con quién están comunicándose en línea y a veces ven directamente lo que hay en sus pantallas, por encima de los hombros de sus hijos.
Algunos han ido tan lejos como instalar la computadora en una área común de la casa, a fin de que ellos puedan supervisar los sitios que sus niños están visitando.
Laura Lambert, una madre de cuatro que vive en Chicago, trata de no aplicar límites de tiempo y otras reglas. Su hijo de 16 años tiene su propia computadora portátil después de varios años de usar la computadora familiar.
Lo que he descubierto es que si uno dice Sólo 90 minutos, ellos se obsesionan con el asunto todo el día y se apresuran con todo lo demás y casi le dan más importancia al hecho de navegar por internet, dijo.
He descubierto que ellos lo regulan mejor si yo sólo les digo Quiero que equilibres tu tiempo mejor para que puedas hacer todo lo demás.
Para los niños, las reglas y las inspecciones de sus padres pueden parecer actos intrusos y un poco extremistas.
Kopczynski le quitó recientemente su celular a su hija Kaitlyn porque ella estaba mandando mensajes pese a que su madre le dijo que lo apagara.
Creo entender por qué hay reglas, dijo Kaitlyn. Pero no creo que eso sea tan malo. Tengo muchos amigos que no tienen reglas en absoluto.
Joy Weaver, cuya empresa Protocol Enterprises ofrece reglas de cortesía para todas las edades, dijo que los padres deben empezar por establecer reglas y expectativas desde temprano en cuanto al uso de celulares y computadoras. Supervise estrechamente su uso con ayuda de los programas disponibles, dijo Weaver, de la empresa con sede en Dallas.
Enviar un mensaje consecuente a los hijos también es crucial.
No se pueden tener dos conjuntos de reglas, afirmó. Si usted no quiere que sus niños manden mensajes en la mesa, necesita ignorar su propio teléfono o pedir perdón y retirarse de la mesa también, agregó.