
Los casos de redundancia o pleonasmo vicioso presentan, según dijimos en nuestra columna anterior, una gran complejidad,
I. La redundancia conceptual se refiere a la repetición de ideas o conceptos.
Se presenta cuando se expresa un vocablo cuyo concepto está incluido en el significado de una palabra anterior ( redundancia conceptual inclusa : El herido tuvo una hemorragia de sangre ; Los abajo sus critos declaran...) , o cuando se usan vocablos con igual significado ( redundancia conceptual sinonímica específica : Juan odia , aborrece y detesta a Pedro ), o el significado de uno de los vocablos contiene -como el género a la especie- el del otro ( redundancia conceptual sinonímica genérica : La casa me pareció grande y enorme ; con la mejor buena voluntad... ).
II. La redundancia verbal se refiere a la repetición de palabras ( redundancia verbal idéntica : Tiene una casa en San José y otra casa en Cartago ), o al uso de palabras de la misma raíz o familia ( redundancia verbal radical : El cálculo que Juan calculó...).
III. La redundancia lógica se refiere al uso de una palabra o expresión que, aunque no es propiamente repetitiva de vocablos o conceptos, sí resulta totalmente innecesaria porque se desprende lógicamente del contexto; en otras palabras, se da por supuesta. Se celebró el entierro del cadáver de Juan Martínez; Se puso el sombrero en la cabeza y salió a la calle . Las expresiones en negrita son totalmente superfluas.
IV. La redundancia fonética se refiere al uso de palabras consecutivas o muy cercanas que posean terminación idéntica ( consonancia ) o coincidencia de vocales ( asonancia ). La Costitu- ción de la na ción dispone una ley de administra ción que acabe con la corrup ción ; El lado am argo de algo que amo y al abo .
Hay que tener en cuenta que no se toma como redundancia viciosa la repetición, aun frecuente, de artículos, preposiciones, la partícula que , etc. por ser algo inevitable. Igualmente resulta aceptable el uso reiterativo de términos técnicos o científicos que sean prácticamente insustituibles por sinónimos, y expresiones consagradas por el uso, popular o técnico: al fin y al cabo; simple y llanamente; daños y perjuicios; árbitro arbitrador...