San José y Washington
La Agencia estadounidense de medicamentos (FDA) aprobó el primer "viagra" femenino, la primera píldora en el mercado destinada a aumentar la libido de la mujer.
En junio de este año y tras rechazarlo en dos ocasiones en años anteriores, un equipo de expertos pidió a la FDA que aprobara el fármaco flibanserin, aunque sólo bajo prescripción médica y con medidas adicionales para controlar los riesgos.
La FDA no está obligada a seguir los consejos de este panel de expertos, aunque normalmente lo hace. La confirmación fue publicada este martes en su sitio en Internet.
El flibanserin podrá venderse bajo el nombre "Addyi" y ser promocionado entre las mujeres premenopáusicas.
El medicamento es un agente no hormonal que actúa sobre los neurotransmisores en el cerebro para tratar una condición conocida como trastorno del deseo sexual hipoactivo, es decir, pérdida del interés en el sexo.
Puede tener importantes efectos secundarios como náuseas, somnolencia, caída de la presión arterial y desmayos.
Según documentos disponibles en el sitio en Internet de la FDA sobre un ensayo clínico, las mujeres que tomaron flibanserin indicaron haber tenido en promedio 4,4 experiencias sexuales satisfactorias en un mes, contra 3,7 en el grupo que consumió el placebo y 2,7 antes de que se comenzara el estudio.
No es una viagra rosada
La píldora 'rosada' no debería llamarse 'viagra femenino'. Son distintas. En el caso de la Viagra, el principio activo se llama sildenafil y opera directamente sobre el pene para lograr una erección. No se trata del todo sobre el deseo sexual.
Por el contrario la mal llamada viagra femenina sí trabaja sobre el deseo sexual por la vía bioquímica. Para lograrlo, se utiliza el principio activo llamado flibanserina que actúa sobre el cerebro de la mujer.
La flibanserina es un estimulador de los receptores llamados 5-HT1A y bloqueador de los 5-HT2A. Esto significa que, en teoría, el fármaco lograr equilibrar en el cerebro las sustancias que inhiben el deseo sexual como la serotonina y promover la dopamina y la norepinefrina, que más bien lo estimulan.
Por sus habilidades para influir en el sistema nervioso central, la flibanserina fue estudiado inicialmente contra la depresión por la Boehringer Ingelheim, quien trabajó en él hasta el 2010, cuando la FDA lo rechazó por primera vez como medicación para favorecer el deseo sexual femenino.
Después, el laboratorio Sprout Pharmaceuticals siguió con las investigaciones.
Un estudio científico publicado en el 2013 en la revista Journal of Sexual Medicine encontró que las mujeres que tomaban el medicamento recién aprobado reportaron un aumento promedio de 2,5 eventos sexuales satisfactorios en cuatro semanas, en comparación con un aumento de 1,5 entre las mujeres que solo utilizaron un placebo.
Eso sí, se habla también de que tendría efectos secundarios como dolor de cabeza, somnolencia, disminución de la tensión arterial e incluso pérdida de conocimiento. También debe cuidarse la interacción con otros medicamentos como antibióticos y antidepresivos. Se recomienda su uso para mayores de 18 años, con pareja estable y antes de la menopausia.
Aprobada por FDA desde 1998, el Viagra para mejorar el desempeño sexual en hombres le ha sumado al año más de 1.600 millones de dólares a su casa matriz, Pfizer.
Según la Organización Mundial de la Salud, hasta un tercio de las mujeres adultas podría experimentar el trastorno de deseo sexual hipoactivo, el término técnico para las mujeres que tienen falta o ausencia de deseo o fantasía sexual.
Por ello, la mayor crítica a este tipo de anuncios es que los grupos farmacéuticos catalogan o ‘convierten’ a los problemas sexuales en asuntos médicos ‘simples’ y ofrecen medicamentos como una solución mágica.