Cada año, 19.500 costarricenses son internados en los hospitales por accidentes cardiovasculares. Otras 4.000 personas fallecen antes de llegar al hospital por infartos del miocardio y derrames.
Se trata de la principal causa de muerte en el país, un mal que comienzan a notarse en poblaciones jóvenes, en las cuales antes se presentaba muy rara vez.
Datos del Área de Estadística en Salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) indican que el año pasado hubo 4.045 hospitalizaciones por infarto en personas menores de 40 años.
“No hemos visto mayor crecimiento de infartos en los últimos años, pero sí hay hombres cada vez más jóvenes con este tipo de enfermedades. Muchos sufren su primer infarto antes de cumplir los 40, edades en las que antes los casos eran contados con los dedos de la mano”, señaló Xinia Siles, una de las investigadoras y cardióloga del Hospital San Juan de Dios.
Otra cosa que llama la atención es el número de mujeres con estas de enfermedades.
“Hace nueve años, por cada mujer que tenía un infarto había de cuatro a cinco hombres. Ahora, la relación es de 2 a 3. El año pasado se hospitalizaron 1.825 mujeres entre los 20 y 44 años por este mal”, agregó la funcionaria.
Sin cambio de actividad. Pese a las recomendaciones de médicos, nutricionistas y profesionales en educación física, especialistas concerdan en que ni siquiera el 30% de los costarricenses hace ejercicio constantemente todas las semanas.
Sin embargo, según las investigaciones, en Costa Rica la incidencia de enfermedades cardiovasculares es similar a la de otros países, pero la mortalidad es más bien baja, similar a la de naciones desarrolladas y con sistemas de salud fortalecidos.