
Semanas atrás, circuló en varios medios de comunicación una información que desató polémica: una compañía llamada Bio-Genica lanzó al mercado sus genpets o “mascotas genéticamente manipuladas”. La empresa colocó en el sitio web www.genpets.com toda la información referente a su peculiar producto, debidamente patentado.
La controversia no se hizo esperar cuando la prensa dio a conocer las imágenes de unas grotescas criaturas empaquetadas en plástico que se promocionaban como “animales reales y vivos, capaces de respirar, sentir y sangrar”.
¿Broma mediática? Lejos de ser criaturas fabricadas a partir de modificaciones genéticas, los genpets son en realidad piezas que han sido creadas por el canadiense Adam Brandejs como parte de un proyecto artístico.
En su sitio web www.brandejs.ca este multifacético artista desarrolla y justifica su proyecto como una reflexión sobre los lineamientos éticos en la investigación científica y tecnológica.
Los genpets son piezas hechas a mano, a partir de una base escultórica, con materiales variados como arcilla, plástico, látex, espuma de poliuretano, papel, silicona, maquillaje para efectos especiales y software de diseño.
Su proyecto consiste en cuatro componentes. El primero de ellos es la instalación escultórica de los genpets que exhibió en varias galerías y museos de Estados Unidos y Europa. El segundo componente es un sitio web “real” de una compañía fantasma diseñado para imitar las estrategias de mercadeo masivo que suelen desarrollar las grandes corporaciones.
El sitio cuenta con un diseño profesional, y su contenido brinda hasta el más mínimo detalle sobre las mascotas para asegurar la total satisfacción de los clientes. Sin embargo, el posible comprador debe olvidarse de las tiendas de mascotas tradicionales, pues estos “animales” fueron diseñados para venderse en cualquier tienda y, por eso, cuelgan de los escaparates en una envoltura plástica.
El tercer elemento es un catálogo impreso de 20 páginas dirigido a los revendedores. Este documento contiene aún más detalles. Finalmente, la propuesta se completa con el monitoreo que el artista hace de las reacciones ante su experimento en blogs , foros de discusión en línea, correos electrónicos y publicaciones en medios masivos.