El café verde que se siembra en la península de Nicoya es parte de los ingredientes clave de un suero (serum) de la empresa de cosméticos Chanel que se utiliza contra las arrugas y líneas de expresión. Y la miel de las abejas costarricenses es parte de una crema nutritiva de la misma marca.
Este producto es fruto de un proceso no solo de investigación científica, también de un engranaje que llevó a distintos actores a trabajar juntos: la marca de belleza, científicos, productores locales de café y miel, la Comisión Nacional para la Gestión de la Biodiversidad (Conagebio), autoridad nacional competente sobre el acceso a los recursos genéticos y bioquímicos de la biodiversidad.
Estos casos fueron utilizados como ejemplo durante el Foro de Sostenibilidad organizado por La Nación, que se llevó a cabo el 22 de agosto y recabó este tipo de prácticas e ideas en las que confluyen la participación de diferentes actores.
“Son ejemplos exitosos de ver cómo puede hacerse ciencia responsable y sostenible, aprovechando nuestra biodiversidad y con marcas de renombre mundial”, aseguró Ángela González Grau, directora ejecutiva de Conagebio, durante su exposición.
Un ‘café antiarrugas’
Después de dos años de investigación, el café verde de Costa Rica fue reconocido por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. El suero fue lanzado al mercado en febrero de 2017, todavía se comercializa, por lo que el país continúa el seguimiento.
Esta fue la primera vez que se otorgó un permiso de aprovechamiento comercial relacionado con el Acceso a los Recursos Genéticos y Bioquímicos de la Biodiversidad.
“Este producto, podemos decir, con toda propiedad que tiene biodiversidad de Costa Rica, con un permiso de Conagebio y se comercializa en todas partes del mundo y hay una cooperativa que está recibiendo beneficios justos y equitativos por esta negociación que se hace con Chanel”, puntualizó González.
¿En qué consiste esta licencia? González detalló que el mecanismo “se activó” cuando Chanel presentó el proyecto ante la Conagebio, ente adscrito al Ministerio de Ambiente y Energía (Minae). Allí se expresaban las intenciones para extraer ese café verde.
A partir de ahí, se hizo un contrato llamado consentimiento previo informado. Ese contrato permitía a los proveedores, una cooperativa local de productores de café, negociar con Chanel.
“¿Qué hace Conagebio? Garantiza que se cumpla el marco normativo. No le dice ‘cobre tanto’, esa es negociación entre proveedor y usuario, pero una vez que ellos negocian, yo refrendo ese contrato y tenemos el deber de darle seguimiento al cumplimiento de los compromisos adquiridos, tanto por parte de proveedor como del solicitante”, expresó la especialista.
Para ello, ambas partes rinden cuentas, no solo de los movimientos, sino también del impacto social que la empresa tiene para los pobladores de la zona.
‘Abejas antienvejecimiento’
La crema Le Lift Pro de Chanel también utiliza la biodiversidad nacional, en este caso, de abejas meliponas y su miel. Este producto fue lanzado al mercado este 2023.
“En su laboratorio a cielo abierto en Costa Rica, la Investigación de Chanel identificó un activo con poderosos efectos: el activo enzimático de melipona, miel de abejas meliponas. Elimina el 99% de los fibroblastos desvitalizados, reduce en un 73% la pigmentación inducida por los fibroblastos desvitalizados y multiplica por 2,2 la calidad de la estructura cutánea”, cita el sitio web de la marca de belleza.
En este caso, se realizó un reglamento para el uso de este tipo de miel, porque aquí entra en juego también la supervivencia de las abejas y debe garantizarse protección a la vida silvestre.
“Meliponas no es una especie, son varias, no las puedo tener en mi casa así no más produciendo miel. La biodiversidad no se puede usar mal, requiere una asesoría técnica. Buscamos ese producto que genera el animalito, pero debemos proteger al animalito”, aseveró González en su ponencia.
“Chanel lo hace con un permiso de Conagebio, de tal manera que no se deteriora la biodiversidad ni afecta las poblaciones de melipona. Hay 150 familias de campesinos que reciben ganancias gracias a su trabajo para Chanel”, añadió.
Según la especialista, todos ganan: quienes quieren eliminar las líneas de expresión, Chanel como empresa, los productores locales, Costa Rica como país...
“Pero, sobre todo, gana la biodiversidad, que es responsabilidad de todos”, concluyó.